El perro quiere mi comida, siete trucos para controlarle

Los canes que roban alimentos y rebuscan en la basura necesitan ser alejados de la cocina y de la mesa mientras come la familia
Por Eva San Martín 17 de julio de 2013
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Imagen: Shane Adams

Perros que rebuscan restos de alimentos en el cubo de basura, que tratan de apoderarse de la comida de los niños o que examinan la calle durante los paseos con el objeto de localizar raciones olvidadas, con el consiguiente peligro. En este artículo se explica qué hacer cuando el perro quiere nuestra comida: alejarle de la cocina y de la mesa infantil, decirle “no” y ofrecerle premios de comida casera para perros cuando se porta bien, fijar una rutina canina de alimentación y extremar la precaución en el parque.

Perros que roban alimentos, un hábito peligroso

La siguiente situación no extrañará a quien haya convivido con un perro tragón: el can espera el momento adecuado para robar comida del cubo de la basura o aguarda atento bajo la encimera de la cocina a la espera de que algún resto de alimento caiga en su poder.

En otras ocasiones, los perros que roban comida rondan la mesa de los niños: saben que sus amigos más pequeños de la casa no suelen tardar en ofrecerles alguna ración comestible.

Esta conducta del perro, sin embargo, no es saludable. Un can que ingiere mayor cantidad de alimento del que necesita corre el riesgo de padecer un problema de obesidad e indigestiones. Además, algunos alimentos humanos son peligrosos para el perro -como un exceso de grasa o el chocolate-, por lo que las raciones que hurta el peludo amigo pueden resultar poco saludables o tóxicas para él.

Entonces, ¿cómo lograr que un perro que roba comida deje de hacerlo? Comprender el origen de los hurtos alimentarios del peludo compañero y algunos consejos son claves para conseguir que el can pierda el interés por la comida que no es suya.

1. El perro que roba comida, mejor lejos de la cocina

«El perro, por su naturaleza, intenta coger la comida que queda a su alcance«, explica Rosana Álvarez Bueno, veterinaria coautora de ‘Manual de etología canina’ (2007) y responsable del portal Etología veterinaria. «Por ello, hay que enseñarle desde cachorro a respetar ciertos sitios donde no debe acceder», explica la experta en comportamiento del perro.

Un perro que quiere comer los alimentos de la familia rastreará la basura y tratará de lamer los platos

Entre los sitios «prohibidos» para el can se incluyen la cocina durante la preparación de los alimentos y los alrededores de la mesa donde come la familia. El perro que tiene acceso a lugares con alimentos no destinados para él puede sentir el impulso de lamer los platos sucios, recoger restos de comida del suelo y atrapar sobras de alimentos olvidadas.

Este tipo de descuidos, además, propician que nuestro can desarrolle las conductas típicas de un perro ladrón de alimentos.

2. El perro tragón no debe rondar la mesa de comida

Los amantes de los perros lo saben: un can es capaz de hacer un sinfín de monerías para lograr lo que quiere. Un animal simpático, obsesionado con los alimentos, no encontrará por tanto impedimentos para lograr un bocado cerca de una mesa con niños a la hora de la comida.
El perro no encontrará difícil obtener alimentos en una mesa repleta de niños

Perros y niños suelen ser grandes amigos, por lo que ofrecer alimento a escondidas al can puede convertirse en un juego para los pequeños. En otras ocasiones, el can avispado aprovechará un despiste infantil para apoderarse de los alimentos del plato cuando el niño está distraído.

Una buena opción para evitar que las viandas de la familia (o sus restos) acaben en poder del perro es alejarle de la mesa a la hora de la comida. «Mientras nosotros comemos, podemos colocar la cama del perro alejada de la zona y colocarle allí el cuenco, con su propio alimento», señala Álvarez.

Esta distancia rebajará el nivel de ansiedad de nuestro amigo de cuatro patas y evitará que se convierta en un perro que roba comida.

3. Perros que roban comida: decir «no»

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Imagen: Isabel Michaelides

El perro ladrón de comida debe entender que su cuenco es el único lugar donde encontrará su alimento. Esto explica la importancia que tiene no entregarle raciones comestibles fuera de este recipiente, lo que incluye no ofrecerle alimentos cuando estemos sentados a la mesa.

Pronunciar la palabra «no» de forma clara y contundente, nunca agresiva, es eficaz para disuadir al perro de que se apodere de alimentos que no están en su cuenco y, por lo tanto, no destinados a él.

Otra clave es extremar la vigilancia cuando el peludo amigo no sea consciente de que se le observa, con el fin de corregir esta mala conducta. De este modo, hay que articular un «no» cada vez que el perro trate de apoderarse de un alimento que no esté en su recipiente.

4. Premios para el perro cuando no roba alimentos

Un «no» sirve de poco sino se acompaña de un refuerzo positivo para el can: detrás de un «no» siempre debe haber un «muy bien».

El can no entenderá por qué se le prohíbe hacer algo si después no le indicamos qué es lo que está bien que haga. Por ello, una vez que el animal abandone el alimento que pensaba robar, conviene ofrecerle comida o una galleta casera para perros de nuestra mano.

Un consejo que ayuda es acompañar el premio con un gesto o clave (caricia, aplauso), para que el can entienda que eso es lo correcto.

5. Paseos con el perro tragón: precauciones

Los paseos con el perro son situaciones de riesgo para un can que roba alimentos. El peludo amigo buscará restos de raciones abandonadas en terrazas de locales de comida o en el parque. El riesgo de que el perro sea envenado o de que sufra una diarrea como consecuencia de un alimento en mal estado, además, crece durante las salidas.

Entonces, ¿qué hacer para evitar que el perro coma alimentos de la calle? «Una clave es alimentar de modo ligero al peludo amigo antes del paseo, con el fin de evitar que se abalance sobre cualquier resto que halle en la vía pública», añade el nutricionista canino Carlos Alberto Gutiérrez, autor del blog Nutricionista de perros.

6. El perro que roba alimentos necesita una rutina

Respetar el horario de las comidas del perro, así como mantener una rutina de salidas, favorece que el animal recobre la serenidad y abandone el hábito de buscar alimentos a su alcance. «Cuanto más marcadas estén las costumbres del perro, más las respetará y, por lo tanto, menos buscará alimentarse fuera de sus horarios habituales», añade Álvarez Bueno.

La agenda canina debe ser compartida y respetada por toda la familia, para no despistar al habitante más peludo de casa.

7. Juegos para entretener al perro glotón

El aburrimiento del perro puede explicar el comportamiento que caracteriza a los cacos caninos de comida. Para un animal al que apenas se le ofrecen actividades divertidas, robar alimentos descuidados puede acabar por convertirse en una excitante propuesta de ocio.

Los juegos de rastreo para perros introducidos en las caminatas al aire libre con nuestro amigo ayudan a estimular al can, así como ofrecerle juguetes caninos, pasar tiempo de calidad con él y proporcionarle muestras de afecto y cariño a raudales.

8. Usar alimentos caseros para que el perro no robe comida

Una dieta del perro basada de forma exclusiva en bolitas o pienso comercial puede llegar a resultar aburrida para el animal, en opinión de Gutiérrez. «La primera razón que empuja a un animal a robar comida es que solo consuma alimento procesado», asegura este veterinario.

¿Algunos consejos de cocina casera para perros? Mezclar sus bolitas habituales con alimentos como huevos revueltos o pollo sin huesos, una vez a la semana, siempre con cuidado de que la alimentación sea saludable y equilibrada y supervisada por un veterinario.

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