Enseñar al perro a no aceptar comida de extraños

Enseñar al perro a no aceptar comida que le ofrezcan personas desconocidas evita problemas de obesidad y otros riesgos graves, como el envenenamiento
Por Eva San Martín 2 de mayo de 2012
Img premio perronuestra
Imagen: Tobyotter

Enseñar a su mascota a que no acepte alimentos procedentes de alguien desconocido puede ahorrarle algunos sustos, entre otros, que ingiera comida envenenada o en mal estado. A menudo, una comida nueva resulta atractiva para el animal, aunque se la ofrezca una persona extraña. Algunos sencillos consejos pueden ayudar a evitar situaciones desagradables, como enseñar al perro que cuando el dueño dice “no” hay que negarse a comer comida de extraños o desconfiar de estos alimentos porque pueden saber mal.

Diferentes motivos pueden llevar a una perro a aceptar comida ofrecida por una persona extraña. La sensación placentera de llevarse a la boca un alimento distinto al habitual explica, al menos en parte, el hecho de que su perro no dude en ingerir un alimento procedente de una persona ajena a su círculo social y familiar.

Sin embargo, las viandas provenientes de alguien extraño tienen, al menos, dos riesgos relevantes para el perro que conviene recordar. En primer lugar, es recomendable tener en cuenta que una comida nueva que, en principio, no está destinada para el perro, suele resultar más atractiva para el animal que sus croquetas habituales. Esto explica que coma este alimento que el desconocido le brinda con mayor ansiedad.

Ofrecer al perro obsesionado por la comida un alimento distinto de su pienso (queso, jamón, patatas fritas y otros restos de comida) acentuará, asimismo, su voracidad. La glotonería puede derivar en problemas de obesidad. No es extraño que un can que acepta comida de desconocidos sea propenso a padecer obesidad, ya que es fácil que ingiera mayor cantidad de alimento de la que necesita.

Una comida nueva resulta a menudo atractiva para el perro, aunque se la ofrezca un extraño

Enseñar a su mascota a que no acepte alimentos procedentes de extraños no solo ayuda a controlar la dieta y la ingesta de calorías. Es, además, una buena manera de evitar episodios indeseados, como intoxicaciones o envenenamientos intencionados. Seguir algunas pautas sencillas puede lograr que su perro deje de aceptar comida de origen desconocido.

Enseñar la palabra «no» al perro que acepta comida de extraños

Pronunciar la palabra «no» de forma clara y contundente suele ser eficaz para disuadir al perro de aceptar alimentos de extraños. Se debe vigilar al can y articular la orden («no») cada vez que intente apoderarse de un alimento que no esté en su cuenco.

En la calle, durante los paseos o mientras usted disfruta de la compañía de un amigo sentado en una terraza de un establecimiento donde vendan comida, se debe incrementar la atención, ya que las situaciones en las que su perro puede apoderarse de alimentos procedentes de orígenes dudosos se multiplican. Diga «no» con firmeza cuando el perro intente acercarse a alguien que le dé comida o cuando se aproxime a posibles restos comestibles que encuentre en el suelo.

Entrenar a su perro en casa puede ser una buena manera de evitar sorpresas indeseadas en la calle. Una técnica frecuente consiste en mostrar a su can un alimento distinto a sus rosquillas habituales. Una vez que el perro ha visto la comida, deposítela en el suelo. Si su mascota trata de apoderase de la ración, repita con contundencia «no». Cuando logre que el perro le obedezca, conviene premiarle con caricias, juegos, un paseo, o incluso, con un premio comestible, específico para él.

«Amigo: la comida de los extraños sabe mal»

Convencer al perro de que los alimentos que no están en su cuenco de comida saben mal puede ser una buena opción para alejar a la mascota de los alimentos de desconocidos.

Evitar que la mascota ingiera viandas de desconocidos previene envenenamientos intencionados

Se pueden añadir a la comida complementos nutritivos amargos, que se adquieren en clínicas veterinarias y tiendas especializadas, y depositar en el suelo la mezcla, al alcance de su can.

Lo habitual es, en un primer momento, que el perro se lance sobre el alimento, pero que lo escupa una vez masticado, cando descubre su sabor acre, poco atractivo para la mayoría de los canes. Realizar esta prueba distintos días con diversos tipos de viandas ayuda a que su perro decida rechazar las raciones que no encuentre en su cuenco. Y estas incluyen las ofrecidas por personas extrañas.

Consejos
  • Tenga en cuenta que la comida proveniente de alguien extraño puede resultar atractiva para el perro: el animal suele ingerir este alimento con mayor ansiedad.

  • Recuerde que enseñar a su mascota a que no acepte alimentos procedentes de extraños ayuda a controlar la dieta y la ingesta de calorías.

  • Evitar que su mascota ingiera viandas de desconocidos es, además, una buena manera de no sufrir intoxicaciones o envenenamientos intencionados.

  • Pronunciar la palabra “no” de forma clara y contundente suele ser eficaz para disuadir al perro de aceptar alimentos de extraños.

  • En la calle se debe incrementar la vigilancia: las situaciones en las que su mascota puede apoderarse de alimentos procedentes de orígenes dudosos se multiplican.

  • Entrenar a su perro en casa puede ser una buena manera de evitar sorpresas indeseadas en la calle.

  • Añadir complementos nutritivos amargos a la comida y depositarla en el suelo es práctico para convencer al perro de que los alimentos que encuentre fuera de su cuenco saben mal.

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