Inseminación artificial en perros

Las técnicas de inseminación artificial se utilizan para conseguir ejemplares de determinadas razas con características específicas
Por Carolina Pinedo 30 de enero de 2012
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Imagen: crestedcrazy

La inseminación artificial es una técnica de reproducción asistida por el hombre, que se realiza cuando, por diversas circunstancias, la unión de la pareja canina no da los resultados esperados. Cuestiones como la incompatibilidad de la pareja, o que el macho y la hembra vivan en lugares distintos, son motivos por los que se puede llevar a cabo la inseminación artificial.

Existen tres técnicas de inseminación artificial:

La inseminación con semen fresco. Esta técnica se utiliza cuando el criador tiene una pareja de reproductores que no consiguen éxito en la fecundación por causas como:

  • Incompatibilidad de caracteres.
  • Inexperiencia de uno o ambos perros (macho y hembra).
  • Porque la perra tiene las vías genitales estrechas.
  • Por molestias o dolores físicos del macho o la hembra, como por ejemplo en el pene o en la vagina.

La técnica de la inseminación con semen fresco consiste en: tras comprobar que la hembra está receptiva, el veterinario recoge el semen del macho, que se analiza con microscopio. De esta manera se comprueba el número, aspecto y movilidad de los espermatozoides Si la calidad del esperma es adecuada se introduce en la vagina de la hembra con una sonda vaginal o, si es en el útero, con una sonda uterina.

Tras la inseminación

Una vez que la hembra ha sido inseminada es recomendable que la perra mantenga las extremidades posteriores levantadas durante unos diez minutos, para facilitar el ascenso de los espermatozoides.

El semen congelado no puede utilizarse sin el consentimiento del propietario del perro reproductor
Por la misma razón es conveniente que la hembra no orine tras los minutos siguientes a la inseminación. Según Gonzalo Fernández Millares, criador canino, «la técnica de la inseminación con semen fresco, puede producir tan buenos resultados como la monta natural, es decir alrededor de un 80% de éxito en la gestación .

La inseminación con semen refrigerado

Esta técnica se utiliza cuando los dos reproductores viven en lugares distintos, a distancias considerables, por ejemplo puede darse el caso de que se quiera cruzar a una perra que vive en Portugal con un macho que reside en España. Para reducir gastos de desplazamiento y alojamiento se puede optar por la inseminación con semen refrigerado.

La técnica para llevar a cabo este tipo de inseminación consiste en que un veterinario autorizado recoge el semen del macho y lo analiza, después se enfría hasta una temperatura de 4 grados centígrados y se envía en un recipiente térmico a otro veterinario, que será quien practique la inseminación, después de controlar el estado de conservación del esperma, así como la disponibilidad de la hembra.

Estas operaciones deben realizarse en un período de tiempo de 48 horas, desde la extracción del semen hasta su implantación en la hembra. Por ello requiere una buena sincronización entre las personas que forman parte del proceso, porque es importante coordinar aspectos como:

  • la disponibilidad del semental.
  • El material y formación específica de los veterinarios.
  • El seguimiento del ciclo menstrual de la perra.
  • La rapidez en el envío del esperma, en las condiciones adecuadas para su conservación.

Técnica de inseminación con semen congelado

Para llevar a cabo esta técnica se recoge el semen y analiza su calidad y número de espermatozoides.

La inseminación con las muestras de semen congelado debe ser practicada por un veterinario con la formación adecuada para aplicar esta técnica
Según explica Gonzalo Fernández Millares, criador canino de la raza Golden Retriever, «con el fin de evitar el esperma que contenga menos de 150 millones de espermatozoides móviles o más de un 30% de formas anormales», después se diluye el semen con un crioprotector y se coloca en recipientes que se pueden conservar durante tiempo ilimitado en un banco de semen, con nitrógeno líquido, a una temperatura de menos 196 grados centígrados.

El semen congelado no puede utilizarse sin el consentimiento del propietario del perro reproductor. Éste puede acordar con el propietario de la perra un precio de venta. El papel del banco de semen con respecto a estos acuerdos es el de prestador de un servicio. La inseminación con las muestras de semen congelado debe ser practicada por un veterinario con la formación adecuada para aplicar esta técnica.

Aplicaciones

El uso de semen congelado permite aplicaciones como:

Los intercambios genéticos entre países que se encuentran a distancias considerables. Por ejemplo es imposible enviar una perra para cruzarla con un semental que se encuentre en Inglaterra sin someterla a cuarentena.

-Permite conservar el patrimonio genético de un buen reproductor durante tiempo ilimitado. De esta forma se puede usar el semen, aún en caso de que el perro haya muerto.

-Permite salvar ciertas razas que se encuentran en vías de desaparición y corregir o enmendar ciertos rasgos de razas que pueden crear problemas de salud. Por ejemplo en el caso de bulldog, se puede utilizar el semen de los primeros perros de esta raza, que no eran tan chatos, para lograr perros que tengan menos problemas respiratorios.

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