Leishmania y filiarosis canina: enfermedades transmitidas por los mosquitos

La leishmaniosis es una enfermedad crónica e incurable que puede acabar con la vida del perro
Por Carolina Pinedo 30 de enero de 2012
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Imagen: Tobyotter

La leishmaniosis es una grave enfermedad producida por un parásito, que se transmite a través de la picadura de un mosquito. Requiere un tratamiento paliativo y no curativo. Y una vez que se contrae, hay que hacer controles periódicos, porque se pueden producir posibles rebrotes tras recibir el tratamiento.

La leishmaniosis es una enfermedad crónica e incurable, que el perro no transmite a las personas ni a otros animales. Sólo puede existir riesgo de contagio cuando la persona tiene las defensas muy bajas, como en el caso de padecer tuberculosis o sida. Existe una vacuna contra esta grave enfermedad, que ayuda a proteger a los perros contra de sus devastadores efectos.

Las secuelas que padece el perro tras la enfermedad, dependen del grado en que hayan sido afectados sus órganos. Si la leishmaniosis no se detecta pronto y no se aplica a tiempo el tratamiento necesario, puede resultar mortal.

Si el grado en que se ha visto afectado el perro por la enfermedad no es muy alto, puede llevar una vida normal, pero con controles para detectar nuevos brotes
Por ello, es muy importante la prevención a través de controles anuales, sobre todo después del verano, ya que con el calor, proliferan los mosquitos, sobre todo en las zonas donde hay más humedad. Los controles para detectar un posible brote de leishmaniosis consisten en un análisis de sangre.

El tratamiento contra la leishmaniosis puede ser muy caro y depende del tamaño del animal, cuanto más grande sea el perro, más costoso será. Si el grado en que se ha visto afectado el perro por la enfermedad no es muy alto, puede llevar una vida normal, pero con controles para detectar nuevos brotes.

Vacuna contra la leishmaniosis

La vacuna contra la leishmaniosis se puede colocar a los perros desde el año 2012, hasta entonces no existía ninguna. Manuel Lázaro, veterinario de la clínica veterinaria Mirasierra, opina al respecto que «esta vacuna tiene buenas expectativas en cuanto a su efectividad, aunque se deben seguir aplicando el resto de medidas preventivas de siempre contra la picadura de los insectos». El veterinario explica que la vacuna se aplica en tres dosis y que se debe revacunar anualmente. Esta vacuna no es obligatoria, y su coste, por cada una de las aplicaciones, gira en torno a los 50 euros, pero las tarifas pueden diferir en cada clínica veterinaria. Manuel lázaro, veterinario, cree que «cualquier medida preventiva que se tome contra esta enfermedad, tan grave y de tratamiento tan costoso, está justificada,y si la vacuna ayuda a evitar la leishmaniosis, es totalmente recomendable su aplicación».

La mejor arma contra la leishmaniosis es la prevención, para lo cual puede ayudar un collar antiparasitario de efecto repelente contra los mosquitos y evitar frecuentar en verano zonas húmedas y pantanosas, donde hay más riesgo de picaduras de insectos. La actividad de los mosquitos aumenta durante la noche así que, lo ideal es que el animal duerma en casa, si puede ser con un insecticida eléctrico.

Los síntomas de la leishmaniosis son:

  • Pequeñas pérdidas de pelo por la zona de la cabeza, caspa.
  • Crecimiento anormal de las uñas.

  • Dermatitis o inflamación de la piel.
  • Heridas que no cicatrizan.
  • Úlceras en la cabeza y extremidades.
  • Inflamación de los ojos.
  • Atrofia muscular, sobre todo por la cara (aspecto envejecido y expresión triste), cansancio, fatiga y mucha debilidad.
  • Pérdida muy notable de peso, fiebre, hemorragia nasal, inflamación de las articulaciones o cojera.
  • Aumento del tamaño de los ganglios linfáticos (cuello, cara interna de las patas).

En caso de notar alguno de estos síntomas es recomendable acudir, sin dilación, al veterinario.

La leishmaniosis se transmite a través de la picadura de un mosquito que pertenece al género Phlebotomus (la transmite la hembra que es la única que pica a animales y personas). Respecto a las personas, sólo aquellas con un sistema inmunitario enfermo, pueden verse afectadas de forma grave. Para el resto, el resultado de la picadura suele ser tan sólo una afección de piel.

El agente que causa la enfermedad es un protozoo, la Leishmania infantum, que causa distintos síntomas en los perros, desde afecciones cutáneas (problemas de tipo dermatitis, úlceras que no curan, depilaciones en zonas de orejas y ojos) hasta alteraciones renales, hepáticas, cojeras y aumento de tamaño de ganglios. Esto dificulta en gran parte su diagnóstico, que requiere analíticas sanguíneas para acertar con el diagnóstico.

La leishmaniosis es una enfermedad estacional, es decir, se da en gran parte de la población canina en épocas en que los mosquitos están activos (de primavera a otoño).Su tratamiento es posible, aunque todo dependerá del criterio del profesional que atienda al perro. En ocasiones resulta muy difícil o imposible y es largo y costoso.

Su prevención radica en la lucha frente al mosquito, para ello se requiere:

  • Colocar a los perros collares repelentes de mosquitos.
  • Usar mosquiteras en las ventanas de las casas de campo y playa.
  • No pasear cerca de los ríos o zonas húmedas al atardecer, que es cuando más actividad tienen los mosquitos.
  • Usar productos antiparasitarios externos regularmente, también actúan de repelentes.
  • Fumigar en zonas con alta densidad de mosquitos.
  • Usar velas o espirales en las terrazas que los ahuyenten.
  • En el interior de las casas, conviene usar enchufes antimosquitos comerciales que nos protegen a todos.

La filiarosis

Otra enfermedad canina que como la leishmaniosis se transmite a través de la picadura de ciertos mosquitos es la filiarosis. Se trata de una enfermedad producida por la Dirofilaria inmiti, también conocida comúnmente como «gusano del corazón» porque provoca una enfermedad cardiopulmonar.

Se transmite por medio de un mosquito que, al alimentarse de un animal enfermo, ingiere las microfilarias (fases larvarias del parásito) y en pocos días puede introducirlas en la corriente sanguínea de otro perro al que pique.

Si la leishmaniosis no se detecta pronto y no se aplica a tiempo el tratamiento necesario, puede resultar mortal
Crecen hasta convertirse en gusanos adultos y migran hacia corazón y arterias o venas importantes, donde causan problemas como la intolerancia al ejercicio, tos, alteraciones en la respiración y en los casos más graves pueden causar la muerte.

El diagnóstico de esta enfermedad a menudo resulta difícil de detectar porque no se perciben alteraciones evidentes. El tratamiento consiste en matar las microfilarias y los gusanos adultos. Para ello primero se realizan pruebas sanguíneas, radiografías y ecocardiografías.

Consejos

Llevar a cabo controles después del verano.

Evitar zonas susceptibles de tener muchos mosquitos.

Usar productos antiparasitarios específicos, sobre los que el veterinario puede informar.

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