Los perros necesitan limpiar sus dientes también en Navidad. Estos trucos ayudarán a mantener los dientes del can limpios y fuertes estas Navidades.
Limpiar los dientes. El sarro es el primer síntoma de la deficiente higiene bucal canina. Las consecuencias de una deficiente higiene bucal aparecen antes de lo que pudiera pensarse: un alto porcentaje de canes tiene problemas dentales a partir de los tres años de edad.
Cepillar los dientes desde cachorros. Lo mejor es educar al perro desde temprana edad, para que el cepillado de sus dientes forme parte de los juegos y cariños que el animal reciba.
¿Cada cuánto le cepillo los dientes? Cuando el cachorro ya experimente el hábito de la limpieza bucal como algo normal, se debe realizar una vez a la semana. Una vez conseguido esto, hay que ser constantes y mantener la costumbre del cepillado. En un primer momento, puede usarse un cepillo sin pasta o incluso comenzar frotando los dientes solo con el dedo, hasta que el can lo acepte.
Cepillos. Las cerdas del cepillo del perro deben ser suaves, con extremos redondeados, rectas y dispuestas en múltiples grupos. El tamaño de la cabeza del cepillo estará acorde al tamaño del perro.
Pastas. No se deben usar pastas dentales humanas, pues provocarán problemas digestivos a la mascota, ni tampoco sal ni bicarbonato. El alto contenido en flúor del dentífrico para personas puede resultar tóxico al animal, ya que puede provocarle una salivación anormalmente abundante, dolores abdominales, vómitos y diarreas. Existe una enorme cantidad de artículos de higiene dental canina: desde cepillos especiales para masajear sus encías, hasta pasta de dientes con sabor a pollo.
Dientes limpios con alimento. Algunos aperitivos con forma de hueso o juguetes fabricados con caucho natural o nailon son perfectos para limpiar los dientes del perro.
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