Pasear al perro suelto: riesgo de multa en muchas ciudades

Pasear con su perro suelto por la ciudad, hacerlo en zonas no adecuadas o fuera de los horarios fijados, puede acarrear multas de entre 150 y 1.700 euros, según la ciudad
Por Eva San Martín 30 de enero de 2012
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Salir a caminar con su perro por el parque puede acabar con una multa si no toma las precauciones adecuadas. Para prevenir la sanción, el dueño del perro debe conocer la normativa de su ciudad, ya que la mayoría de los ayuntamientos cuenta con ordenanzas que multan a quienes caminan con su mascota sin amarrar de forma adecuada. Llevar a su mascota suelta por la ciudad puede costarle al propietario descuidado unos 150 euros de media, pero la multa asciende en ocasiones hasta los 1.700 euros, para los reincidentes.

Un paseo con su perro puede acarrearle una sanción a quien desconoce las normas, ya que la mayoría de los ayuntamientos cuenta con ordenanzas específicas que regulan la presencia de mascotas en sus calles. El ordenamiento municipal de tenencia de animales domésticos suele incorporar la obligación de amarrar con una correa adecuada al animal durante sus paseos y salidas al aire libre.

No existe una única ley estatal que regule, y castigue, a los dueños que pasean por la vía pública con sus mascotas sueltas. Existen normativas municipales y cada ciudad aprueba las suyas.

«La permanencia de animales sueltos en zonas no acotadas especialmente para este fin» constituye una «infracción leve» en el caso, por ejemplo, de la ciudad de Madrid.

No existe una única norma que regule, y castigue, a los dueños que pasean por la vía pública con sus mascotas sueltas
Las multas por pasear con su perro suelto en el núcleo urbano van desde los 150 hasta los 300 euros. La capital, como otros muchos municipios españoles, regula las obligaciones de los dueños de mascotas con una norma específica (Ordenanza Reguladora de la Tenencia y Protección de los Animales de Madrid, de julio de 2001).

Sanciones para quienes pasean al perro sin correa

Esas normas municipales sanciones para aquellos dueños que las infringen, y no atan de forma adecuada a sus mascotas en la calle.

En Girona, por ejemplo, la multa por caminar con animales sin correa en la vía pública ronda los 150 euros. La Policía Local de Pamplona también penaliza a sus conciudadanos, con entre 90 y 150 euros, si son cazados de paseo con su perro suelto. El Bilbao la sanción es de entre 150 y 300 euros.

Sepa que municipios como el El Prat de Llobregat (provincia de Barcelona) considerará «una conducta incívica» que usted lleve a su perro suelto por la calle. Y el paseo le podría costar 200 euros, cantidad que asciende a 700 euros en caso de reincidir.

Más estricta es la ciudad de Cartagena, que penaliza al dueño con hasta 300 euros si éste es cogido in fraganti con su perro suelto. Y el castigo sube hasta los 1.750 cuando la conducta se repite.

Multas mayores para perros de razas «potencialmente peligrosas»

En cualquier caso, el castigo se endurece cuando la mascota que anda sin correa es de alguna de las razas consideradas como «potencialmente peligrosas». Existen ocho razas catalogadas en todo el territorio nacional: Pit Bull Terrier, Rottweiler, Dogo Argentino y el Staffordshire Bull Terrier, American Staffordshire Terrier, Fila Brasileiro, Tosa Inu y Akita Inu. Aunque algunas comunidades autónomas han ampliado la lista. Es el caso de Cantabria, por ejemplo, que incluye al Boxer; y el de Galicia, que incorpora al Dogo de Burdeos.

Las multas se multiplican cuando es alguno de estos perros, considerado de riesgo, el que pasea sin correa. La ciudad de Santander, por ejemplo, contempla como «infracción grave» , en su ordenanza de tenencia de animales domésticos, llevar sueltos (y sin bozal) a estos canes y lo sanciona con multas de entre 300 y 2.400 euros. Las mismas penas se repiten en Pamplona. Pero la cuantía se eleva a 3.000 euros para los habitantes de Cartagena que paseen a un can de una raza contemplada como peligrosa sin correa.

Zonas urbanas para que el perro pasee suelto

Algunos municipios han optado por delimitar zonas para que sus perros puedan correr sueltos, libres de ataduras y hacer el ejercicio que tanto necesitan. El acotamiento de parques y jardines ofrece una alternativa saludable a las miles de mascotas urbanitas que existen en España, muchas de las cuales tienen dificultad para encontrar un espacio de esparcimiento adecuado donde correr, realizar la actividad física que requieren y relacionarse con otros perros.

El País Vasco incluso ha legislado para convertir estos espacios de recreo canino en una práctica obligatoria para sus ciudades, ya que existe una norma que obliga a los municipios de la región a habilitar espacios adecuados para que las mascotas puedan correr sueltas.

Algunas ciudades han delimitado zonas para que los canes puedan correr sueltos y hacer ejercicio
En este sentido, Bilbao ha acotado nueves parques municipales donde las mascotas pueden pasear sin correa durante ciertas horas del día, concentradas en horario nocturno. La condición es que los animales estén vigilados por sus dueños. En total, los jardines de esparcimiento canino de la capital vizcaína constituyen unos 60.000 metros cuadrados.

Otra alternativa en este sentido es la que plantea la ciudad de Madrid, que permite a los perros residentes en la capital pasear sin correa por todos los parques de la capital, tengan o no, zona habilitada, hasta las diez de la mañana.

Consejos
  • La mayoría de las ciudades españolas tienen normas que regulan la presencia de las mascotas en la vía pública. Informarse es la mejor forma de evitar una multa.

  • Las ordenanzas municipales incluyen sanciones de entre 30 y 300 euros para quienes paseen sin correa a su perro, aunque la pena crece en caso de ser reincidente o que su perro sea de una raza “potencialmente peligrosa”.

  • No existe una única ley estatal: cada ciudad aprueba sus normas de tenencia de mascotas.

  • Algunos municipios han creado espacios de esparcimiento canino, donde su mascota puede correr sin estar amarrada. Su ayuntamiento le podrá informar en casa caso.

  • Los perros de razas “potencialmente peligrosas” deben pasear, en cualquier caso, con una correa no extensible de dos metros, y con bozal.

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