La alimentación humana, posible culpable del declive de los gorriones en la ciudad

La población de gorriones ha disminuido notablemente en las últimas décadas. Un estudio sugiere que la causa de este descenso poblacional podría ser su alimentación, basada en nuestros desperdicios
Por Sonia Recio 7 de mayo de 2024
alimentacion humana afecta a gorriones
Los gorriones son una de las aves más comunes en los entornos urbanos, es fácil verlos revoloteando por las calles y parques compitiendo con las palomas en busca de alimento. Sin embargo, en las últimas décadas, su presencia se ha vuelto menos frecuente. En ciudades europeas como Londres (Reino Unido) y Praga (República Checa), la población de gorriones ha disminuido un 60 %. En España, la situación no es mejor: desde 1998 se ha observado un descenso del 20 %, según datos del programa de seguimiento de aves ‘Sacre’, de SEO/BirdLife, la Sociedad Española de Ornitología. Diversos factores han contribuido a su desaparición, entre ellos la pérdida del hábitat natural, la contaminación o la escasez de insectos, su principal alimento en época de cría. Pero a estos condicionantes se ha sumado la alimentación inadecuada que obtienen de nosotros. Lo explicamos a continuación.

Menos gorriones en las ciudades

Según los últimos datos del programa de seguimiento de aves Sacre de SEO/BirdLife, en España las poblaciones de gorrión común han descendido casi un 20 % desde que se registran sus datos (1998). Aunque las cifras muestran cierta variabilidad a lo largo del tiempo, esta disminución es particularmente pronunciada hacia finales de la primera década del siglo XXI; en los últimos diez años este porcentaje se está estabilizando.

Hay constancia de que el descenso es más acusado en los medios urbanos que en entornos rurales. Beatriz Sánchez, del programa de Biodiversidad Urbana de SEO/BirdLife, apunta entre las causas de este declive:

  • la contaminación atmosférica.
  • el exceso de ruido.
  • la falta de lugares de nidificación.
  • la escasez de insectos, especialmente necesarios en su dieta durante la época de cría.
  • una gestión de zonas verdes “que no tiene en cuenta la biodiversidad”.

Nuestra comida afecta negativamente a los gorriones

De acuerdo con un reciente estudio elaborado por investigadores españoles y publicado en la revista Ecological and Integrative Physiology, la costumbre de los gorriones de aprovechar los restos de comida de los seres humanos afecta negativamente a su salud. En concreto, tiene consecuencias fatales en su condición corporal y su fisiología nutricional.

Para llevar a cabo el estudio, los científicos capturaron 75 gorriones en una zona rural del sureste de España con el objetivo de excluir el posible efecto previo de los contaminantes urbanos. Los pájaros, instalados en jaulas al aire libre, fueron alimentados con tres tipos diferentes de comida durante 20 días: comida adecuada a su especie (frutas, verduras y cereales); snacks procesados, similares a los restos de alimentos que encontrarían en la calle; y comida para gatos, muy accesible en los entornos urbanos.

🔴 Restos de alimentos y comida para gatos

Antes y después de dar de comer a los gorriones se les tomó muestras de sangre para ver cómo cambiaban 12 variables, entre ellas la condición física, el estado nutricional y el estado oxidante-antioxidante. Después, se analizaron los datos para ver si las dietas afectaban a los pájaros. Estas son las conclusiones:

  • Los snacks procesados causaron anemia y desnutrición a los gorriones, especialmente a las hembras.
  • La comida para gatos aumentó los indicadores de estrés oxidativo y catabolismo proteico. 

Estos resultados evidencian que las dietas desequilibradas, como las que se podrían encontrar en entornos urbanos, pueden afectar a la salud y la nutrición de los gorriones, incluso si no están expuestos a la contaminación ambiental.

nuestra dieta perjudica a los gorriones
Imagen: Wirestock

Naturalizar las ciudades para preservar la biodiversidad

Para mejorar la dieta del gorrión común en entornos urbanos, SEO/BirdLife sugiere implementar medidas que promuevan la naturalización de las ciudades. Esto incluye distintas acciones, como reducir la frecuencia de corte del césped, permitir la naturalización de las áreas alrededor de los árboles y fomentar la presencia de vegetación “espontánea” en las cunetas y espacios abiertos. Estos espacios verdes proporcionan una importante fuente de alimento, beneficiando tanto al gorrión común como a otras especies de aves silvestres que habitan en las ciudades. 

“Es importante constatar la belleza de los espacios ‘asalvajados’ en las ciudades, ya que son capaces de albergar una mayor biodiversidad que las áreas verdes en las que se realiza un mantenimiento intensivo. SEO/BirdLife viene desarrollando estas y otras medidas de naturalización que benefician a especies de aves urbanas, como el gorrión común, en ciudades como Santander, Girona, Valencia o Pinto, en Madrid”, señala la portavoz de la sociedad ornitológica.

El gorrión, un habitante más de ciudades y campos 

Los gorriones son aves muy sociables, se adaptan con mucha facilidad a una gran variedad de hábitats, tanto urbanos como rurales. Son omnívoros, se alimentan principalmente de semillas, pero también comen insectos y otros pequeños invertebrados, sobre todo en época de cría. Los gorriones suelen vivir en grupos y construyen nidos en zonas apartadas, como grietas en edificios, árboles o arbustos.

En España podemos encontrar cuatro especies de gorriones, tal y como informan desde SEO/BirdLife: común, molinero, moruno y chillón. Cada uno tiene sus características distintivas:

🔹 Gorrión común (Passer domesticus)

Es la especie de gorrión más pequeña, con una longitud aproximada de 15 cm y 27 cm de envergadura. Vive unos tres años. Es fácil encontrarlo en entornos urbanos y rurales. Los machos se distinguen por su dorso pardo con listas negras, pecho blanco y un babero negro, mientras que las hembras muestran un tono marrón con el vientre más claro, careciendo de babero.

🔹 Gorrión molinero (Passer montanus)

Es un poco más grande que el gorrión común. Habita en zonas agrícolas y arboledas cerca del hombre, pero evita las grandes ciudades. Se distingue por una mancha negra en la mejilla. En esta especie no hay significativas diferencias de plumaje entre machos y hembras.

🔹 Gorrión moruno (Passer hispaniolensis)

Es muy llamativo. Los machos tienen un marcado barrado negro en el pecho y vientre. Las hembras son muy similares al gorrión común. En invierno, forma bandadas cerca de zonas húmedas y sotos. 

🔹 Gorrión chillón (Petronia petronia)

Físicamente es muy diferente a sus congéneres: su distintiva marca amarilla en la garganta y la ceja blanca lo hacen fácilmente reconocible. Evita las zonas urbanas, prefiere habitar en zonas rocosas, áridas o montañosas, formando grandes bandadas fuera de la época de cría. 

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