Biólogos de la Estación de Doñana ponen en marcha un proyecto para apadrinar búhos reales

El programa "Apadrina tu Búho" busca conocer más detalles sobre varios aspectos de la forma de vida de esta especie
Por EROSKI Consumer 24 de mayo de 2004

Un equipo de investigadores de la Estación Biológica de Doñana, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha puesto en marcha un proyecto que permite, a todo el que lo desee, apadrinar un búho real.

El programa «Apadrina tu Búho» tiene como objetivo conocer más detalles sobre varios aspectos de la forma de vida de esta especie. Para impulsar esta iniciativa, se favorece el apadrinamiento de ejemplares por parte de personajes populares y por todo aquel que se muestre sensibilizado con la conservación medioambiental.

María del Mar Delgado, una de las integrantes del grupo de científicos, explica que la finalidad que persiguen es «plantearse una serie de cuestiones que les permitan conocer mejor la forma de vida del búho real». Para la realización del estudio se colocarán emisores a los pollos en los nidos que permitirán un seguimiento continuo de todos los movimientos de estas aves y obtener información sobre sus costumbres nocturnas, así como de sus preferencias de hábitat y alimentación.

A través del estudio, los biólogos podrán interpretar el comportamiento de esta especie desde que nace hasta su fase de dispersión, pasando por conocer las estrategias que el búho real emplea para encontrar pareja y llevar a cabo la reproducción.

Apadrinamiento «online»

Para adoptar una de estas aves basta con acceder a la página web Licor43.com, firma patrocinadora del proyecto, y rellenar el formulario que aparecerá con los datos personales de los solicitantes y el nombre con el que cada uno quiere bautizar a su búho. «Una vez realizada la solicitud y tras el nacimiento de los búhos, el equipo de investigación de la Estación Biológica de Doñana se pondrá en contacto vía mail informando del ave que ha sido asignada a cada padrino», señala Delgado.

La bióloga recuerda que un mismo ejemplar puede ser apadrinado por varias personas a la vez. «Conviene matizar este aspecto, ya que algunas personas entendieron que a cada uno se les iba a asignar un búho y cuando supieron que no era así, se llevaron una desilusión e incluso se enfadaron con nosotros. Las personas han de entender que si se producen 1.000 apadrinamientos, no tenemos el mismo número de búhos identificados y con su correspondiente chip para el seguimiento».

En cuanto se apadrine un animal, los científicos proporcionarán toda la información sobre su evolución. Se informará casi semanalmente de sus características físicas -medidas, peso, etcétera- del número de hermanos que tiene, de su alimentación, así como de sus recorridos nocturnos. «Se dará toda la información de las costumbres de vida del animal, actualizada y de forma periódica», afirma Delgado.

Sedentario y territorial

El búho real es la mayor de las especies pertenecientes al grupo de los estrigiformes. Posee una envergadura que oscila entre los 138 y los 179 centímetros, en tanto que su longitud está comprendida entre los 59 y los 73 centímetros y su peso varía entre 1,2 y 3 kilos. Se trata, por lo tanto, de un animal corpulento que destaca por sus prominentes «orejas». Su color es leonado rojizo, con moteados pardos negruzcos por arriba y rayas oscuras en el pecho. Los ojos, de gran tamaño, son anaranjados. No es un búho esencialmente nocturno, por lo que puede ser visto durante el día. La caza suele hacerla preferentemente por la noche pero también en las penumbras del anochecer o en el gris amanecer.

Es una rapaz que se halla presente en la mayor parte de la Península Ibérica. Uno de los lugares privilegiados es la sierra norte de Sevilla, en las estribaciones de Sierra Morena. «También se ha detectado su presencia en la cornisa cantábrica, aunque desconozco el número de parejas existentes», afirma Delgado.

El búho real es sedentario y fuertemente territorial durante todo el año. Ocupa una gran variedad de hábitat, que escoge teniendo en cuenta la abundancia de comida y las posibilidades para anidar. Su dieta se compone de mamíferos como el topo de monte, el topillo o las ratas, aunque sus presas principales son el conejo y la perdiz. Captura además aves como patos, urogallos, e incluso rapaces y otras especies de búhos. Serpientes, lagartos, ranas y peces le sirven también de alimento.

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