Biopiratería

Una grave amenaza para la biodiversidad del planeta, los pueblos indígenas y los países en desarrollo
Por Alex Fernández Muerza 24 de abril de 2006

La biodiversidad es un bien común que permite el desarrollo de productos y medicinas beneficiosas para los seres humanos. Esta riqueza ha sido aprovechada tradicionalmente por pueblos y culturas indígenas, que han trasmitido durante generaciones su saber para el bien de sus pobladores.

ImgSin embargo, esta situación está cambiando por algo que ya se conoce como «biopiratería». Mediante técnicas de «bioprospección», investigadores y empresas especializadas en biotecnología extraen recursos genéticos y bioquímicos a partir de la riqueza biológica y los conocimientos de los pueblos indígenas y los países en desarrollo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que el 75% de los fármacos que se venden en Estados Unidos tienen como base sustancias naturales procedentes de países de gran diversidad biológica. Tras la extracción del recurso, los resultados son patentados para asegurarse el control total y los posibles beneficios económicos. Diversos estudios de organizaciones ecologistas calculan que este fenómeno provoca sólo en los países amazónicos pérdidas anuales superiores a los 8.000 millones de euros.

La normativa debería establecer un certificado de origen de los recursos genéticos
Por ello, la biopiratería fue uno de los temas principales de la Octava Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (COP8), celebrada en abril en la ciudad brasileña de Curitiba. En ella, los casi 200 países que forman parte del Convenio, entre ellos España, se comprometieron a desarrollar una norma internacional antes de 2010 que controle el origen, acceso y utilización de los recursos genéticos de un país. La normativa debería establecer un certificado de origen de los recursos genéticos procedente de plantas, animales o microorganismos, y garantizar que las condiciones de explotación se fijen de mutuo acuerdo entre las empresas y los países de origen.

Sin embargo, países como Australia, Canadá y Nueva Zelanda han venido bloqueando el acuerdo, y Estados Unidos ni siquiera ha ratificado el convenio de diversidad. Por lo tanto, no es de extrañar que la solución a este problema, que ya fue objeto de debate en la cumbre de Río de 1992, siga pareciendo complicada.

Algunos países como Brasil, Perú o Venezuela han empezado a desarrollar diversas iniciativas con las que recopilar información sobre casos detectados y proponer acciones de prevención. En Internet también se puede encontrar el proyecto Tekpad, desarrollado por Stephen Hansen, miembro de la Asociación Americana por el Avance de la Ciencia, que ofrece a las oficinas de patentes estadounidenses y europeas una base de datos de remedios tradicionales que han pasado a ser de dominio público.

Algunos casos de biopiratería

Los primeros casos conocidos de biopiratería se remontan a la década de los 50. La multinacional farmacéutica Eli Lilly utilizó la rosa Vinca, originaria de Madagascar, para comercializar un medicamento contra el cáncer infantil. Los casos se han ido sucediendo y ampliando en años posteriores, como algunos de los siguientes:

  • Nim: árbol célebre en la India, sobre el cual ya hay más de 35 patentes en Estados Unidos y Europa, principalmente sobre sus propiedades plaguicidas. Las comunidades locales de la India, que habían utilizado tradicionalmente sus propiedades, han visto restringido su acceso debido al aumento de los precios de mercado
  • Rupununine: derivado de la nuez del árbol Ocotea Rodiei, los campesinos brasileños lo han utilizado ancestralmente como medicamento para dolencias cardiacas, neurológicas, para controlar tumores y como tratamiento de fertilidad. Conrad Gorinsky, etnobotánico de la Universidad de Oxford y conocido por más casos de biopiratería, se hizo con una patente sobre este derivado
  • Tepezcohuite de Chiapas: planta utilizada ya por los mayas contra las quemaduras. En este caso, se ha patentado el procedimiento para aprovechar su corteza tostada. Los precios han aumentado y el recurso silvestre se ha agotado, marginando a los campesinos indígenas chiapanecos, que contaban con el conocimiento y la extracción de este recurso
  • Maca: conocida por sus propiedades para mejorar la fertilidad y contra las disfunciones sexuales, es una planta fundamental de la dieta y de la farmacología de los pueblos indígenas de las tierras altas de Puna, en Perú. Actualmente, grandes consorcios farmacéuticos han solicitado la concesión de patentes sobre la misma

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