Científicos británicos alertan de la contaminación microscópica de plásticos en los océanos

Esta basura plástica es consecuencia de la degradación de ropas, cuerdas, embalajes y otros objetos arrojados al mar
Por EROSKI Consumer 7 de mayo de 2004

La producción masiva de plásticos durante los últimos 40 años, a un ritmo anual de varios millones de toneladas, ha originado una peligrosa acumulación de estos materiales en todos los océanos. En las orillas de islas remotas y de los territorios polares se ha documentado la llegada de esa basura plástica, que puede persistir siglos en esos frágiles hábitats.

Ahora, científicos británicos de las universidades de Plymouth y Southampton aportan pruebas de que también existe una generalizada contaminación por fragmentos microscópicos de plástico en zonas pelágicas y sedimentarias, que sería el resultado de la degradación de ropas, cuerdas, embalajes y objetos de mayor tamaño arrojados como basura al mar. «Esos minúsculos plásticos son ingeridos por organismos marinos, aunque las consecuencias ambientales son todavía desconocidas», precisa el investigador Richard Thompson. La microbasura plástica había suscitado poca preocupación científica porque su potencial contaminante era considerado bajo a gran escala.

La mayoría de los plásticos son resistentes a la biodegradación y por eso sólo se consideraban peligrosos medioambientalmente los objetos relativamente grandes fabricados con esos materiales sintéticos. En realidad, la mayoría acaba fragmentándose por el batir del mar. Además, hay muchos productos, como ciertos agentes limpiadores, que contienen pequeños fragmentos de plástico abrasivos. Para cuantificar la abundancia de microplásticos en los océanos, los expertos británicos recogieron sedimentos en playas y estuarios próximos a Plymouth. La mayoría de partículas filtradas en laboratorio tenían origen natural, aunque un tercio eran polímeros sintéticos.

Los rastreos se ampliaron a playas de todo el litoral británico, lo que permitió comprobar la generalizada contaminación de los hábitats sedimentarios. La situación en mar abierto era similar. Los científicos examinaron muestras de plancton recogidas desde la década de los 60 en la ruta marítima entre Abeerden (Escocia) y las islas Shetland, de 315 kilómetros de distancia, y en la ruta entre Sule Skerry e Islandia, de 850 kilómetros. Thompson y sus colaboradores hallaron en esas muestras fragmentos de polímeros similares.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube