Comienza en Berlín el «Ecoparlamento de los Jóvenes 2004»

Cerca de una veintena de niños españoles presentarán en este encuentro un Libro Blanco del Medio Ambiente
Por EROSKI Consumer 23 de septiembre de 2004

Hoy se abre en Berlín el «Ecoparlamento de los Jóvenes 2004», que coincide con la celebración del II Congreso Europeo sobre Reciclado Pro Europe, en el que un total de 14 niñas y 3 niños españoles de edades comprendidas entre los 13 y 15 años presentarán, conjuntamente con más de 120 alumnos europeos, un Libro Blanco del Medio Ambiente.

Este libro incluye cinco resoluciones independientes sobre agua, energía, alimentos y residuos, y 15 acciones individuales para contribuir a la mejora del entorno, y se presentará ante más de 600 expertos internacionales en medio ambiente y ante representantes de la Comisión y el Parlamento Europeo.

«El sólido compromiso de estos estudiantes fuera de sus colegios demuestra que los jóvenes están muy preocupados por el medio ambiente y que buscan una solución fuera de las fronteras nacionales. Nos lo tomamos muy en serio y analizaremos a fondo todos sus análisis y demandas», prometió el presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, Karl-Heinz Florenz.

Las resoluciones a las que han llegado los alumnos españoles y que se incluyen en el Libro Blanco son que «hay que conseguir que las industrias reciban subvenciones para sustituir las energías tradicionales y contaminantes por otras, como la eólica y la solar, que son limpias y no se agotan», que «debemos aprender a utilizar mejor los transportes públicos para evitar la contaminación atmosférica y potenciar sistemas más limpios», y que «es necesario un cambio de mentalidad para que las personas separen, reciclen y respeten el medio ambiente».

Asimismo, concluyen que «todo el proceso de la alimentación tiene que mejorar, empezando por obtener cultivos ecológicos y abonos naturales. Que nadie se quede sin comer», y que «el agua potable es parte de nosotros, es un derecho, no un privilegio porque es vida, es escasa y preciada. Es desarrollo y clave para el futuro, por eso hay que conservarla: educando para el ahorro, preservando los ecosistemas acuáticos, y manteniendo las aguas limpias y depuradas».

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