Comienza la Cumbre de Johannesburgo con la idea de lograr «acuerdos efectivos» sobre fondos y plazos

Los compromisos financieros que deberán adoptar los países son el mayor punto de discordia
Por EROSKI Consumer 26 de agosto de 2002

A 24 horas de la apertura de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible (CMDS) en Johannesburgo (Sudáfrica) continuaban ayer, domingo, los debates a puerta cerrada para alcanzar un consenso sobre los puntos de desacuerdo del documento oficial, mientras la «Cumbre Paralela» y los grupos de protesta preparaban su propia ofensiva.

Las mayores áreas de discordia siguen siendo las referentes a los compromisos financieros que deberán adoptar los países más desarrollados con los que se encuentran en vías de desarrollo y las responsabilidades que deberán asumir a cambio estos últimos. También la financiación del desarrollo, alcanzar un régimen comercial «justo» entre las potencias económicas y los países más pobres y un libre acceso para todos a los mercados mundiales.

Además, durante la Cumbre se hablará de la necesidad de proveer a los menos favorecidos de agua potable corriente e instalaciones higiénicas, así como erradicar la pobreza.

Los primeros dirigentes que llegaron a Johannesburgo buscaban ayer consenso en los puntos relativos a las fuentes de energía renovable, detener la degeneración del medio ambiente y, por último, asegurar a todos los países del mundo que la globalización es equitativa.

Funcionarios de la ONU expresaron su temor de que, si no se alcanza un acuerdo en la mayoría de los puntos del documento oficial, la reunión podría ser un fracaso, ya que no existirían las bases necesarias para que los jefes de Estado y de Gobierno se obliguen, la semana próxima, a cumplir con los compromisos adquiridos.

Por otra parte, el fracaso de las discusiones preparatorias de la CMDS de Johannesburgo en Bali (Indonesia) a principios de junio pasado, donde se acordó solamente un 73% del texto del «plan de aplicación», ha levantado el temor a una escalada de protestas por parte de las organizaciones civiles, frustradas por la falta de acuerdos palpables.

Organizaciones como el Movimiento de Pueblos Sin Tierra (MPST), han anunciado una marcha multitudinaria en protesta por el costo de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenido. Este grupo dice que la reunión «no puede velar por los intereses de los desplazados, de los que no poseen tierras, de los hambrientos, de los pobres y desempleados».

«Es debatible y no absurdo pensar que un foro integrado por personas que no conocen de cerca nuestra pobreza y necesidades pueden desarrollar otra cosa que una retórica que gira entorno a sus propios intereses», indicó un portavoz del MPST.

«Cumbre paralela»

Junto a la sede donde se reúnen las delegaciones de los Estados miembros de la ONU se celebra una «Cumbre Paralela», autorizada por la ONU, de Organizaciones No Gubernamentales (ONG).

Las ONG, entre las que se encuentran los dos extremos del pensamiento conservacionista y de oposición a la globalización, además de criticar a los países más poderosos por su escasa ayuda a los países más pobres, tratan, entre otros asuntos, de agilizar la puesta en práctica de los acuerdos de la Cumbre Mundial de Río de Janeiro, celebrada hace diez años.

Se calcula que un centenar de jefes de Estado y de Gobierno asistirán a la reunión, de ahí la importancia, según los expertos, de que antes de la inauguración del evento hoy, lunes, se logre progresar en la resolución de los puntos más peliagudos, que en gran medida se centran en el reparto de responsabilidades para lograr un «desarrollo mundial sostenido».

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