El Consejo Nacional del Clima da luz verde a la Estrategia española de Lucha frente al Cambio Climático

Oposición, sindicatos y organizaciones ecologistas critican la falta de un calendario y financiación para cumplir con Kioto
Por EROSKI Consumer 6 de febrero de 2004

El Consejo Nacional del Clima dio ayer su visto bueno a las más de 400 medidas recogidas en la Estrategia española de Lucha frente al Cambio Climático, con el apoyo del 71% de sus miembros. Un documento que será aprobado por el Consejo de Ministros en «tres semanas», según la ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, y que es fruto de más de año y medio de trabajo de administraciones, consumidores, sindicatos, empresarios, ecologistas y científicos.

El texto establece grandes ámbitos de actuación para reducir los gases de efecto invernadero en nuestro país. Entre las medidas, resaltan la obligación de los edificios públicos nuevos de instalar energía solar, la realización de planes de transporte público en las empresas y administraciones grandes, el aumento de la superficie forestal o el impulso de ayudas fiscales a los vehículos eficientes.

No obstante, el documento -que en un principio contaba con el apoyo unánime de todos los sectores- ha sido fuente de controversia después de que la oposición, sindicatos y organizaciones ecologistas hayan mostrado su desacuerdo ante la falta de un calendario y financiación para cumplir los objetivos del Protocolo de Kioto. Así, la secretaria socialista de Medio Ambiente, Cristina Narbona, afirmó que el proyecto «no fija ni plazos, ni prioridades, ni compromisos presupuestarios y normativos para hacer efectivas las medidas que reducirían las emisiones de gases de efecto invernadero».

El PSOE reclama la creación de un impuesto que grave la emisión de CO2, una partida de 150 millones de euros destinada a la estrategia de ahorro y eficiencia energética y un plan de asignación de emisiones acorde con la directiva europea.

Los sindicatos UGT y Comisiones Obreras también rechazaron el documento porque consideran que no garantiza una reducción de emisiones que permita cumplir con Kioto y calificaron de genéricas y abstractas muchas de las medidas que propone.

Las asociaciones ecologistas, por su parte, pidieron que se incorporen cuestiones como un calendario, presupuesto, asignación de responsabilidades y un plan de acción en condiciones.

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