El INM confirma que la primavera de este año ha sido la más lluviosa del último decenio

El conjunto de las cuencas españolas contienen unas reservas de 38.451 hectómetros cúbicos, el 72% de su capacidad
Por EROSKI Consumer 11 de julio de 2004

Transcurridas las tres primeras estaciones del año hidrometeorológico -otoño, invierno y primavera- la precipitación acumulada está en la mayor parte de España por encima de los valores normales, en relación a la media entre 1961 y 1990. Según explicó el jefe de la sección de Meteorología Hidrológica del Instituto Nacional de Meteorología (INM), Julio Eduardo González Alonso, «en conjunto llovió un 15% más» de lo habitual. La evolución del año se caracteriza por un otoño muy lluvioso, sobre todo gracias al mes de octubre, cuando se registraron precipitaciones por encima de lo normal en toda España. Tanto es así que a fecha 30 de noviembre algunas zonas de Castilla y León, oeste de Andalucía, sur de Extremadura y el nordeste peninsular (La Rioja, Aragón y Cataluña) superaban en un 175% sus valores medios normales.

Por contra, el invierno supuso un cambio de tendencia hacia un régimen de tiempo más seco y «bastante menos húmedo que el primer trimestre», creciendo las áreas en las que las precipitaciones se situaban por debajo de sus valores normales, como la mitad oeste de Galicia y la mitad norte de Extremadura. Pero la primavera -ya se sabe: «Abril, aguas mil; sino al principio, al medio o al fin»- restableció el régimen de lluvias, de modo que en el conjunto de marzo, abril y mayo el volumen total de precipitaciones sobre España superó en torno a un 20% el valor medio, llegándose a superávits de lluvias de algo más del 25% en los meses de marzo y mayo. Y es que mayo, dice González Alonso, fue «muy lluvioso, frente a un final de primavera en las primeras semanas del mes de junio, muy seco».

Si atendemos a la media de los pluviómetros peninsulares, incluso contando el mes de junio, en los últimos cuatro meses ha llovido más (una media de 205 litros por metro cuadrado) que en el mismo periodo de los últimos diez años. Si contamos las tres estaciones transcurridas, la media se eleva hasta 560,7 litros por metro cuadrado, una cifra que, a falta de ver cómo se comporta el verano, ya supera el total de los últimos dos años.

Se puede hablar, por tanto, de un año húmedo pero, eso sí, con un reparto desigual, explica González Alonso. Así, a 30 de junio, en el oeste de Galicia, buena parte de la vertiente cantábrica, y la mitad norte de Extremadura y Castilla-La Mancha las precipitaciones acumuladas están en torno al 75 por ciento de los valores medios correspondientes. En el extremo contrario se sitúan buena parte de las regiones mediterráneas y la mayor parte de Madrid y Castilla-La Mancha, donde las precipitaciones recogidas suponen entre un 125 y 150% del valor medio normal. No obstante, el caso más llamativo es el del litoral del sureste peninsular (Málaga, Almería y Murcia) donde se supera el 150% del valor medio y en algunos núcleos del litotal murciano están un 175% por encima del valor medio.

En cuanto al agua almacenada en los embalses españoles, empezaron el verano con 355 hectómetros cúbicos más almacenados que el año anterior y con 7.300 hectómetros adicionales si la comparación se hace con el año hidrometeorológico 2001-2002. Así, los 38.451 hectómetros a que asciende la reserva hídrica supone que los embalses se encuentran por encima del 70% de su capacidad.

En la vertiente atlántica, las cuencas del Duero y el Tajo superan el 60%. En la vertiente mediterránea, mientras la cuenca del Ebro supera los 5.400 hectómetros cúbicos de agua embalsada, más del 83% de su capacidad, la cuenca del Segura sólo tiene de reserva un tercio de lo que sus embalses son capaces de almacenar. Por su parte, la cuenca del Júcar continúa la tendencia ascendente de los últimos años y se enfrenta al verano con más de 1.400 hectómetros cúbicos almacenados, el 42% de su capacidad de reserva.

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