La Comisión Europea publicó ayer su lista de expedientes abiertos a los Quince por explotar vertederos ilegales o mal gestionados, encabezada por España y Grecia, que tienen diez procedimientos de infracción cada uno, y acumulan así la mayor parte de los 36 expedientes en marcha en el conjunto de la Unión Europea.
Según un comunicado del Ejecutivo comunitario, en el caso de España hay siete casos ante el Tribunal de Justicia de la UE, por vertederos de Málaga, Formentera, Ávila, León, Ibiza, Alicante y la Bañeza (León). Otros tres están en el primer paso del procedimiento de infracción: Corcubión (La Coruña), Punto de Avalos (La Gomera, Canarias) y Olvera (Cádiz).
Por detrás de España y Grecia están Italia, con ocho expedientes, Irlanda (cinco) y Reino Unido, Francia y Alemania, con un caso cada uno. «La Comisión recibe sin cesar quejas de personas preocupadas por los efectos sobre su salud de los vertederos ilegales o mal gestionados», declaró la comisaria europea de Medio Ambiente, Margot Wallstroem.
Bruselas organizó ayer un seminario sobre los vertidos para sensibilizar al público de la importancia de asegurar «una gestión de los desechos eficaz y sin riesgos» para la salud y el medioambiente. Si no están bien gestionados, apuntó la Comisión, los vertederos pueden «crear emisiones atmosféricas y olores, y contaminar los suelos y las aguas».
Directiva marco
El Ejecutivo comunitario también tiene abiertos expedientes contra seis países -Bélgica, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo y Reino Unido- porque no han adoptado una legislación nacional completa que trasponga la directiva de 1999 sobre los vertederos, cuando la fecha límite era julio de 2001. España ha informado de su legislación, y los servicios de Medio Ambiente están evaluando si está completa. Bruselas recordó que para cumplir las normas comunitarias sobre vertederos y desechos pone a disposición de los países varios mecanismos, incluida la posibilidad de usar los fondos estructurales y el fondo de cohesión.
En la UE existe una directiva marco sobre residuos y otra sobre vertederos, según la cual estas instalaciones deben dividirse en tres categorías: para «residuos peligrosos», «residuos no peligrosos» y «residuos inertes», de modo que está prohibido el vertido simultáneo. La directiva prohíbe además eliminar en estos vertederos ciertos desechos, como neumáticos, residuos inflamables, o residuos hospitalarios o veterinarios.
Además, establece que los residuos municipales biodegradables vertidos deben reducirse progresivamente respecto a los niveles de 1995, situándose en el 75% en 2006, el 50% en 2009 y el 35% en 2016. La directiva fija también exigencias técnicas y establece que los Estados deben controlar que éstas se cumplen.
