La organización ecologista Greenpeace presentó ayer un estudio que advierte del deterioro progresivo del medio marino como consecuencia del vertido al mar de 6,4 millones de toneladas de basura cada año.
«Los mares y sus criaturas se ahogan en plásticos», declaró el director de Greenpeace España, Juan López de Uralde. «Hay que actuar, y hay que hacerlo ya; no podemos seguir cerrando los ojos ante un problema que está matando nuestros océanos», añadió.
El informe, que lleva por título «Basuras en el mar», indica que el mayor problema lo constituye la basura flotante, que está constituida en un 90% por residuos plásticos, entre los que destacan, por su cantidad, las bolsas.
Sin embargo, el 70% de los residuos acaba en los fondos marinos, y sólo un 15% termina en las playas. El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) calcula que 13.000 piezas de plástico contaminan cada kilómetro cuadrado de mar.
Los impactos más graves de las basuras flotantes sobre la fauna marina son los derivados del estrangulamiento y la ingestión. Así, el informe apunta que el 98% de los fulmares del Mar del Norte tiene restos de plástico en el estómago.
La basura que se tira al mar tiene también impactos sobre la salud humana, de carácter económico y dificulta la navegación.
Para Juan López de Uralde, sólo con políticas de «residuo cero» se podría empezar a reducir este problema, ya que «el mar devuelve cada vez más basura».