La deforestación, la conservación del carbono almacenado en los bosques y el papel de estos últimos en el cambio climático son aspectos que despiertan una creciente preocupación. En un intento por salvaguardar estos ecosistemas y controlar las emisiones debidas a la deforestación, el punto de atención se centra ahora en la vigilancia forestal. Así, a principios de este año la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y los países miembros confirmaron su compromiso de preparar conjuntamente la próxima Evaluación Mundial de los Recursos Forestales (ERF), una exhaustiva recopilación de datos sobre el estado de los bosques cuya publicación está prevista para 2010.
Dentro de la ERF, la FAO, sus países miembros y las organizaciones asociadas llevarán a cabo un estudio mundial de teledetección de los bosques. La evaluación mejorará sustancialmente el conocimiento sobre el cambio del uso de la tierra e incluirá la deforestación, reforestación y expansión natural de los bosques. La investigación abarcará toda la superficie terrestre con unas 9.000 muestras.
La ERF de 2010 aumentará la capacidad de todos los países de vigilar sus propios bosques. «La necesidad de mejorar la vigilancia forestal nacional es incuestionable ya que la demanda de información nunca ha sido tan grande», señaló Jan Heino, subdirector general del departamento forestal de la FAO. «Los procesos normativos nacionales se están esforzando por abordar asuntos transversales relacionados con los bosques, como la reducción de la pobreza o la seguridad alimentaria», añadió.
Inventarios y vigilancia
El Programa de Evaluación y Vigilancia Forestal de la FAO (NFMA) ha estado en funcionamiento desde el año 2000 en un número creciente de países. Las evaluaciones de bosques y del aprovechamiento integrado de tierras incluyen terrenos forestales y los árboles fuera de ellos.
Tanto el ERF como el NFMA aumentan la capacidad de los países en desarrollo de gestionar su base de datos forestal en su propio beneficio, afirma la FAO. Una red mundial de especialistas en vigilancia forestal de 176 países comparte información y experiencias. Los equipos sobre el terreno llevan a cabo todo el trabajo de campo y los expertos nacionales interpretan las imágenes de teledetección.
«La deforestación a escala mundial sigue aumentando a una tasa alarmante de unos 13 millones de hectáreas al año. Combinando la tecnología de teledetección con la recopilación de datos sobre el terreno, mejoramos la calidad de ambos métodos. Así obtenemos información más exacta sobre la evolución de los bosques y nuevos datos sobre las causas de la deforestación y la degradación forestal», concluyó Heino.