La Fundación Emaús presenta una iniciativa pionera para la recogida de residuos domésticos peligrosos

Propone instalar unos kioscos en la calle y en centros comerciales, donde se depositarían, entre otros materiales, colas, disolventes o pinturas
Por EROSKI Consumer 13 de septiembre de 2002

La Fundación Social Emaús, entidad que desarrolla programas de integración social y que gestiona empresas de inserción laboral, ha presentado al Departamento de Medio Ambiente de la Diputación de Guipúzcoa un proyecto pionero de implantación de kioscos modulares en la vía pública y en centros comerciales para la recogida y clasificación de residuos peligrosos domésticos, eléctricos y textiles. Entre los residuos peligrosos, se recogerían colas y adhesivos, pinturas, disolventes y barnices, insecticidas y pesticidas, aceites minerales y vegetales, medicamentos, radiografías, fluorescentes, lejías y amoníacos, lacas y desodorantes. Asimismo, se recogerían también pequeños electrodomésticos, y residuos textiles y calzado.

La justificación de este proyecto se basa en la necesidad y la obligatoriedad de acometer sistemas de recogida selectiva de los residuos específicos domésticos y las dificultades operativas y de viabilidad económica que presentan los sistemas convencionales aplicados a otros residuos.

En opinión de Javier Pradini, coordinador de la Fundación Emaús, el sistema que proponen permite resolver todas las dificultades técnicas que presentan los sistemas convencionales y hacerlo accesible a la mayoría de la población de una manera eficiente y sostenible económicamente. Al ser gestionados los kioscos por personal especializado permite tratar y clasificar los residuos depositados y servir de punto de información y sensibilización.

Emaús argumenta que la recogida domiciliaria es también una buena opción, pero resulta muy cara puesto que precisa de numeroso personal. La recogida por contenedores reduce los costes económicos, pero no ofrece garantías de seguridad al no controlar el tipo de residuo que se deposita, ni las condiciones en las que se realiza, ni la posible manipulación por personas ajenas al sistema que pueden causar riesgos de contaminación graves.

En cuanto a la recogida en «puntos limpios», es también una opción posible, pero presenta el inconveniente de la escasez y la dificultad de acceso de aquellos ciudadanos que se encuentran en sitios alejados de los entornos de población. Eso supone un sobreesfuerzo y causa un bajo índice de recuperación.

Un aspecto importante que plantean los responsables de Emaús en su proyecto, es que la implantación de un sistema de kioscos modulares para la recogida de residuos específicos domésticos puede ser una actividad generadora de empleo.

Es un sistema que precisa de mano de obra con una cualificación mínima, lo que la convierte en una actividad interesante para personas en situación de exclusión o colectivos desfavorecidos. Pueden ser preceptores de rentas mínimas, personas sin hogar, jóvenes, desempleados o inmigrantes, a través de empresas de inserción.

Emaús plantea un kiosco por cada 20.000 habitantes y el uso se limitaría al horario de atención a fin de evitar cualquier mezcla incorrecta de los residuos. Se realizarían dos turnos desde las 8 hasta las 21 horas, de lunes a sábado. En los centros comerciales se atendería de 10 a 22 horas, también de lunes a sábado.

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