La plaga de langostas que sufre el oeste de África amenaza con traer la hambruna a la población

Estos saltamontes han proliferado en el continente africano gracias a las excepcionales condiciones climáticas del pasado invierno
Por EROSKI Consumer 3 de septiembre de 2004

Las langostas han vuelto a invadir África. Malí, Mauritania, Níger, Cabo Verde, Marruecos, Chad y Senegal ya notan sus efectos. Y todo parece indicar que acabarán por llegar también a Sudán, agravando los problemas que ya padecen los emigrados en Darfur. Entre quienes estudian a las langostas es frecuente escuchar que estos insectos parecen irremediablemente atraídos por las zonas en guerra. Así pasó durante la plaga de 1986 a 1989 en Eritrea, Sudán o el Sáhara.

Las langostas -que no son más que saltamontes- han proliferado en África gracias a las excepcionales condiciones climáticas del pasado invierno. La llamada langosta del desierto («Schistocerca gregaria») tiene su zona de reproducción en las planicies del noreste de África, junto al Mar Rojo. A mediados de noviembre, esa comarca recibió abundantes lluvias durante una semana. El calor posterior hizo que las larvas y ninfas se desarrollaran en un ambiente ideal. Más adelante, los insectos fueron transportados por el viento hacia el norte, desde el interior de Yemen hacia Eritrea, Egipto, Sudán y Arabia Saudí. Desde allí se han ido extendiendo y arrasando África.

Voraces

La Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) decidió ayer reabrir su Centro de Operaciones de Emergencia Contra la Langosta ante la crítica situación que se vive en África occidental. Todas las plantas, cultivadas o no, están en peligro: las langostas comen hojas, flores, cortezas, tallos, frutos y semillas. Les da lo mismo. Se alimentan de mijo, arroz, maíz, sorgo, cebada, algodón, caña, acacias, pinos, plataneras, frutales, hortalizas, pastos… Para dar una idea de su capacidad de destrucción, en 1958 Etiopía perdió por la langosta 167.000 toneladas de grano, cantidad suficiente para alimentar a un millón de personas durante todo un año, según un estudio de la Universidad de Minnesota (EE.UU.).

Los enjambres pueden estar compuestos por miles de millones de langostas, con una concentración de hasta 80 millones de ejemplares por kilómetro cuadrado. En un día pueden volar 100 kilómetros a favor de los vientos dominantes. Miden de 12 a 15 centímetros, pesan unos dos g y son capaces de comer cada día su peso corporal en vegetación. «Langostas hay todos los años. Pero una explosión de individuos como ésta es sólo posible por la combinación de diversos fenómenos: una sequía sumada a un periodo de lluvias, y la presencia de comida abundante», apuntan desde el Departamento de Zoología de la Universidad del País Vasco. Su ciclo vital depende de las condiciones medioambientales: en África hay de tres a cinco generaciones por año.

La única forma de acabar con ellas es con el empleo de insecticidas, ya que sus enemigos naturales (avispas, larvas, pájaros o reptiles) son derrotados ante su imparable empuje. El conocido científico Manuel Toharia apunta que otra forma de combatirlas (aunque inviable por su coste) sería la eliminación de la sustancia que rige su comportamiento voraz y que les permite comunicarse entre sí para ir colonizando nuevos territorios. «La solución es hacerlas sedentarias. Acabarían con la comida y, al no cambiar de sitio, terminarían por morirse de hambre», dice Toharia.

Punto G

En 2001, científicos de la Universidad de Oxford descubrieron que, al integrarse en un enjambre, se produce en las langostas una excitación en las pilosidades de la parte trasera de sus patas que les lleva a sumarse al grupo. «Es el punto G de las langostas. G de gregarización», apunta Stephen Simpson, experto de la universidad británica.

El director general de la FAO, Jacques Diouf, ha recalcado la «apremiante urgencia» de enviar grandes cantidades de pesticidas y aspersores a las zonas afectadas. Los efectos de la última gran plaga africana se dejaron sentir durante años en los países atacados. Costó 300 millones de dólares acabar con ella.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube