Las comunidades más afectadas por el éxodo rural son las que corren más riesgo de incendio

WWF/Adena aboga por las ayudas gubernamentales y la solidaridad interterritorial para evitar los fuegos
Por EROSKI Consumer 12 de julio de 2007

El éxodo rural ha provocado en los últimos años la despoblación de muchas zonas boscosas, lo que ha favorecido la presencia de incendios forestales. Galicia, Asturias, Castilla y León y Extremadura son las regiones más afectadas por este fenómeno, según el informe anual sobre incendios de WWF/Adena. Para prevenir con eficacia el fuego, la organización ecologista considera clave las ayudas gubernamentales y la solidaridad interterritorial.

La mayoría de las 150.000 hectáreas calcinadas cada año se registran en dichas comunidades. Según WWF/Adena, el abandono de sus montes no va en consonancia con el refuerzo de los medios destinados a su conservación, por lo que las prioridades a la hora de enfrentarse a las llamas desechan la prevención y la consecución de planes para gestionar de forma eficaz estos bosques.

Las regiones más eficientes en cuanto a prevención de incendios forestales son Aragón, Murcia y La Rioja. El resto de comunidades, en cambio, se encuentran en niveles de riesgo moderado.

Para revertir la situación, WWF/Adena propone mejorar la prevención y coordinación entre autonomías, aumentar los fondos para la gestión forestal, potenciar el valor del monte, aprobar un certificado de garantía sobre productos de bosques bien gestionados, dotar a la Justicia de más medios para luchar contra los pirómanos y concienciar a los agricultores sobre la quema de rastrojos, práctica que está detrás del 60% de los incendios provocados de forma intencionada.

Recomendaciones de WWF/Adena

– No hacer fuego en el monte en épocas de riesgo de incendios (mayo-septiembre), salvo autorización expresa de un representante de la Administración.

– El resto del año hacer únicamente fuego en aquellos lugares especialmente acondicionados para tal fin, y nunca abandonarlos sin estar totalmente apagados (mojados, a ser posible).

– No arrojar colillas ni basuras al suelo.

– En caso de localizar un incendio hay que llamar al 112 para que avisen a los servicios de extinción.

– Si el fuego es aún incipiente se puede intentar apagar con agua o tierra, o bien eliminar la vegetación alrededor de él para que no se propague.

– Si no es incipiente, lo más aconsejable es avisar de nuestra situación a las autoridades locales o personal de extinción.

– No abandonar carreteras, pistas o senderos de fácil tránsito; alejarse del incendio, si es posible pendiente abajo y contra el viento (como referencia mirar hacia donde va el humo), siempre andando, nunca corriendo.

– Evitar la vegetación espesa y seca; cuando sea posible dirigirse a zonas ya quemadas, siempre que lo estén completamente (que no quede vegetación por quemar).

– Evitar zonas de vaguadas, especialmente si el incendio está debajo de nosotros.

– Cubrirse las vías respiratorias con una tela húmeda en caso de estar rodeado de humo.

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