El sindicato agrario UAGA ha cifrado en 40 millones de euros el valor de las pérdidas que ha dejado en la agricultura aragonesa el desbordamiento del Ebro de la semana pasada. Esta estimación se suma a los 20 millones de euros provocados por la riada en infraestructuras públicas, según dio a conocer el pasado jueves presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), José Luis Alonso.
Según la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA), la riada inundó más de 11.000 hectáreas de campos de cultivo en las comarcas ribereñas. El estudio de esta organización indica que, de esa superficie, 6.000 hectáreas están dedicadas al cultivo de forrajes y alfalfa; 2.500 a cereal de regadío; 800 a hortalizas y 400 hectáreas a frutales.
El secretario de UAGA, Javier Sánchez, explicó ayer que han sido un total de 27 los términos municipales afectados. En los que más daños ha habido es en una decena, en los que la inundación llegó a más de 400 hectáreas en cada uno de ellos. Son los de Novillas, Pina de Ebro, Gallur, Alagón, Torres de Berrellén, Quinto de Ebro, Zaragoza, Sobradiel, Luceni y Alcalá. En particular, los efectos se han sentido con especial intensidad en Novillas, con 1.500 hectáreas inundadas, y en Pina de Ebro, con mil.
Javier Sánchez indicó que todavía están inundadas algunas de esas fincas de cultivo y calificó de fundamental que se elabore y ponga en marcha con rapidez un plan de reparación urgente de las infraestructuras, así como una compensación justa de daños a los agricultores damnificados.
Estos 40 millones de euros de pérdidas que ha calculado UAGA se añaden a los 20 millones de euros que costará reparar las infraestructuras del dominio público hidráulico, según el cálculo de la Confederación Hidrográfica del Ebro.
La riada también provocó pérdidas en la Rioja y Navarra. Así, Logroño y las localidades riojanas de Rincón de Soto, Cenicero, Alfaro, Alcanadre, Calahorra, San Asensio y Torremontalbo podrán acogerse a las ayudas que contempla el real decreto aprobado ayer por el Consejo de Ministros para reparar los daños causados por la crecida del Ebro.
