La proliferación de especies invasoras en el Mediterráneo provoca «graves pérdidas» de diversidad biológica

Se estima que este mar ha recibido 105 especies exóticas de peces, 137 de moluscos y 63 de crustáceos
Por EROSKI Consumer 29 de mayo de 2009

El Mar Mediterráneo acoge cada vez más especies invasoras, según la alerta lanzada por Ecologistas en Acción, que pide a la Secretaría General del Mar del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino un plan urgente de prevención y actuación contra la «tropicalización» de estas aguas. El Mediterráneo sirve cada vez más como medio receptor de especies foráneas, lo que está ocasionando «graves pérdidas» de diversidad biológica, advierte la ONG conservacionista. «Las especies invasoras están comenzando a ser uno de los problemas ambientales más graves a los que se está enfrentando este mundo globalizado debido a diversos factores como el escenario de calentamiento global y el transporte internacional de mercancías», indica la organización ecologista. Así, el Mediterráneo ha recibido 105 especies exóticas de peces, 137 especies de moluscos y 63 de crustáceos, según los últimos estudios disponibles.

Las principales causas de entrada en el Mediterráneo de estas especies son el Canal de Suez y las aguas de lastre, aunque en menor medida también hay otros factores como la presa de Asuán en el Nilo, la acuicultura y el aumento de la temperatura debido al cambio climático, apunta Ecologistas en Acción.

Desde que en 1869 se construyera el Canal de Suez, más de 300 especies procedentes del Mar Rojo se han adentrado en el Mediterráneo a través de esta vía creada por el hombre. Un caso de migración es el de la medusa «Rhopilema nomadica», oriunda del Mar Rojo y que en la actualidad cuenta con amplias colonias en el sudeste del Mediterráneo. Se trata de una especie tóxica y que afecta de forma grave a la pesca y al turismo, apunta la organización.

Tráfico marítimo

Por otra parte, el masivo tráfico marítimo en un mar casi cerrado hace que las aguas de lastre (agua marina usada para mantener el equilibrio de la flotabilidad de los barcos) supongan un riesgo, señala la organización. «Un ejemplo de desplazamiento de especies por aguas de lastre lo encontramos en los arrecifes de madrépora mediterránea (‘Cladocora caespitosa’), de gran valor ecológico dado que de ella dependen más de 200 especies, desplazada por el coral invasor ‘Oculina patagonica'», explica la ONG.

«Especial mención merece la invasión de ‘Caulerpa racemosa’, alga de origen tropical que durante la última década se ha expandido a lo largo de las costas de todo el Mediterráneo, colonizando los hábitats bentónicos autóctonos desde la zona de rompientes hasta más de 50 metros de profundidad. Su carácter invasor es más marcado que la conocida ‘Caulerpa taxifolia’, y sus posibles efectos sobre los hábitats bentónicos y la biodiversidad marina pueden ser muy negativos, afectando incluso a los recursos pesqueros», indica Ecologistas en Acción.

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