San Valentín con flores ecológicas

Su respeto al medio ambiente y los Derechos Humanos hacen de las flores ecológicas un buen regalo de San Valentín
Por Alex Fernández Muerza 13 de febrero de 2012
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Imagen: Wikimedia

Gran parte de las flores que se regalan durante San Valentín no respetan el medio ambiente ni la dignidad de quienes las cultivan, según diversas organizaciones. Frente a ellas, diversos productores y floristerías comercializan flores ecológicas, con etiquetas ambientales, aunque en España todavía es algo difícil encontrarlas. Los consumidores son esenciales para que se vendan más este tipo de flores. Como alternativa, los enamorados también pueden cultivar sus propias flores o “fabricarlas” con papel reciclado.

Por qué regalar flores ecológicas

Gran parte de las flores comercializadas en San Valentín provienen de Colombia y Ecuador. Asociaciones ecologistas y de derechos humanos han denunciado sus efectos negativos sobre el medio ambiente y la salud de los trabajadores: abusos laborales, uso de sistemas de fertilización y control de plagas no permitidos en Europa, sobreexplotación de recursos naturales escasos como el agua o la energía, etc.

Las flores ecológicas se cultivan sin prácticas nocivas y con unas condiciones laborales dignas
Las flores ecológicas se cultivan sin prácticas nocivas para el entorno o la salud y con unas condiciones dignas de trabajo. Además, son más vistosas y duran más, según sus productores. Al comprarlas, afirman, se apoya a comunidades locales y organizaciones que defienden el medio ambiente y el comercio justo y, en definitiva, un modo de vida ecológico y solidario.

Cómo conseguir flores ecológicas

En los países anglosajones, más aficionados al cultivo y uso de flores y con una mayor tradición ecológica, varios establecimientos comercializan flores ecológicas. Algunos de ellos tienen página web, como Sierra Eco, Ecoflora, una floristería «orgánica» y de comercio justo canadiense, o Flowers, que ofrece un amplio listado de suministradores de flores ecológicas en Reino unido.

En España, las flores ecológicas resultan más difíciles de conseguir, pero hay algunos ejemplos destacados, como Eligflor. Esta empresa de Elche, creada en 1970, se hizo popular por proporcionar flores ornamentales para la boda de los príncipes de Asturias. Sus responsables producen millones de flores con métodos ecológicos que se pueden conseguir en algunas floristerías.

Otra forma de ser más respetuoso con el medio ambiente es acudir a establecimientos locales que cultiven sus propias flores. Sus propietarios deben cumplir la normativa ambiental y laboral, sin olvidar que el transporte internacional de estos productos conlleva un impacto ambiental importante.

Los consumidores son esenciales para aumentar la producción y venta de flores ecológicas. Las floristerías y cultivadores tomarán buena nota si reciben muchas solicitudes, e incluso, se puede ser reivindicativo. La actriz María Pujalte ha iniciado una campaña para reclamar a una de las principales distribuidoras de flores, Interflora, que comercialice flores «libres de explotación» en España, al igual que hace en Reino Unido.

Flores ecológicas con certificado ambiental

Los certificados o etiquetas ambientales son un buen sistema para distinguir una flor ecológica. Algunos de ellos se han desarrollado para el cutivo ecológico de flores. El sello FFP (Fair Flowers and Plants), lanzado en 2006 con el apoyo de la Unión Europea, pretende estimular la producción de flores y plantas cultivadas de forma sostenible. Su objetivo también es unificar otros sellos ecológicos europeos para flores, como el Milieu Programma Sierteelt (MPS) de Holanda o el Flower Label Program (FLP) de Alemania. Algunos certificados ambientales destinados a la agricultura ecológica avalan a las flores cultivadas con sus métodos, como el GLOBALG.A.P.

Algunos certificados pretenden un alcance global. Desde Holanda, la International Flower Campaign ha aprobado un código de conducta internacional para el cultivo de flores. En Colombia, uno de los mayores productores de flores del mundo, algunos cultivadores idearon en 1996 el certificado Flor Verde para mejorar las condiciones ambientales y laborales. El sello Veriflora, creado en 2005 en California (EE.UU.), se aplica en diversos países productores.

Alternativas a la compra de flores ecológicas

La compra no es la única forma de conseguir una flor ecológica. Una maceta del balcón de casa o un huerto urbano pueden ser lugares idóneos para cultivar nuestras propias flores. Las semillas se pueden obtener en cualquier floristería, e incluso, algunos productores las suministran con certificado ecológico.

Las flores son en definitiva un símbolo y no tienen por qué ser naturales. Otra opción es «fabricar» una flor con una hoja de papel reciclado o usado. El medio ambiente lo agradecerá y la implicación personal en el regalo demostrará más afecto por la otra persona.

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