Un insecticida prohibido desde 2003 acabó con la vida de seis águilas imperiales

El aldicarb resulta peligroso para la salud humana y el medio ambiente
Por EROSKI Consumer 19 de enero de 2012

Los informes toxicológicos han confirmado que las águilas imperiales encontradas muertas en La Encomienda de Mudela, en Ciudad Real, murieron al ingerir aldicarb, un potente insecticida cuya comercialización está prohibida desde el año 2003, debido a su peligrosidad para la salud humana y el medio ambiente, según denuncia la organización SEO/BirdLife, a través de su proyecto «Life + Veneno».

A pesar de esta prohibición, el aldicarb es uno de los productos que más se utilizan para preparar cebos envenenados -aparece en el 34% de los casos-, «lo que indica que seguramente exista un importante stock o un comercio clandestino que permite abastecer de sustancias esta actividad delictiva», asegura la organización.

La manipulación de este producto conlleva un grave riesgo para la salud, ya que con tan solo cinco gramos de aldicarb se podría causar la muerte de más de 150 personas o de 3.300 águilas imperiales, advierte SEO/BirdLife. Es por ello que piden a las administraciones públicas que tomen «todas las medidas oportunas» para evitar que el veneno esté disponible «para los envenenadores». Los cebos envenenados se utilizan para eliminar animales considerados como dañinos para distintas actividades, principalmente para la caza, la ganadería y la agricultura, pero también para la columbicultura o la apicultura. También se usa veneno para eliminar perros y gatos asilvestrados o como método de venganza por rencillas. El veneno es un método «masivo, no selectivo y cruento, por lo que afecta a muchos ejemplares a los que no va dirigido, entre ellos especies amenazadas y animales domésticos», critica.

Además, supone un grave riesgo para la salud pública, ya que las sustancias con las que se preparan los cebos son de una elevada toxicidad. Por ello, está prohibido por la legislación nacional y europea y está tipificado como delito en el Código Penal, detalla SEO/BirdLife. Esta organización apunta que el veneno es un delito que hasta el momento no ha sido «suficientemente perseguido» y son «muy pocos» los casos que llegan a los juzgados, al ser muy difícil dar con los autores de los hechos.

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