Un grupo de científicos de Estados Unidos ha logrado la modificación genética de bacterias, un hallazgo muy importante para conseguir la creación de nuevos microorganismos. Según el equipo de la Organización para la Industria de la Biotecnología, esta técnica podrá usarse en el futuro para producir biocombustibles y limpiar desechos tóxicos.
El procedimiento de modificación genética de las bacterias se lleva a cabo a través de una transferencia del genoma de éstas a la levadura. Allí, se altera su contenido cromosómico y, con posterioridad, se transplanta a un segundo tipo de bacteria, donde se convierte en un nuevo microorganismo. Los investigadores de la Organización para la Industria de la Biotecnología realizaron el ensayo con bacterias donantes Micoplasma mycoides y bacterias receptoras Micoplasma capricolum.
Sin embargo, los científicos se encontraron con un obstáculo en el proceso. Al implantar el genoma en la segunda bacteria, ésta experimentó un rechazo similar al que se produce en los seres humanos en algunos casos de transplante de órganos. Son los llamados «sistemas de restricción de modificación», que es un mecanismo por el que las bacterias protegen su propio ADN.
Para ello, se sirve de unos compuestos químicos, llamados grupos metil, que adhieren en determinados puntos clave a lo largo de su genoma. Los científicos consiguieron llevar a cabo la modificación celular con éxito gracias a estos grupos de metil, que agregaron a al genoma modificado mientras todavía se encontraba en la levadura.
Gracias a este nuevo procedimiento ahora es posible generar cepas de M. mycoides con eliminaciones múltiples de genes, inserciones y modificaciones. El estudio apunta que esta técnica abre las posibilidades para que los microorganismos puedan producir biocombustibles o ayuden a limpiar desechos tóxicos.