Vacaciones de verano baratas y ecológicas

Los ciudadanos tienen diversas opciones para disfrutar de su descanso estival de forma económica y sostenible
Por Alex Fernández Muerza 30 de julio de 2014
Img parque vacaciones hd

Aprovechar las vacaciones de verano sin gastar mucho dinero y de forma respetuosa con el medio ambiente. Parece complicado, pero hay diversas opciones que pueden conseguirlo, como disfrutar del entorno cercano, visitar espacios naturales próximos, practicar turismo visual y fotográfico de naturaleza, irse de voluntario ambiental, etc. Este artículo propone varios consejos para pasar unas vacaciones de verano baratas y ecológicas.

Disfrutar del entorno cercano

Aprovechar las vacaciones de verano sin gastar mucho dinero y de forma respetuosa con el medio ambiente es posible
La forma más sencilla, barata y ecológica de disfrutar las vacaciones de verano es no viajar fuera. Pero la idea no es quedarse encerrado en casa, sino aprovechar las posibilidades del entorno cercano, como darse un paseo a pie o en bicicleta, ir con más calma a los sitios, descubrir los lugares poco o nada conocidos de nuestra ciudad o pueblo, pasear por parques urbanos y periurbanos y jardines botánicos, visitar museos de naturaleza, acuarios, etc. El transporte público puede llevarnos a zonas interesantes y próximas para hacer escapadas de día y romper con la monotonía. Y si se vive cerca de la costa, se puede acudir a la gran variedad de playas, siempre de acuerdo a un comportamiento sostenible.

Visitar espacios naturales próximos

España posee gran cantidad de espacios naturales protegidos de todo tipo. Cualquier ciudadano tiene en un radio relativamente cercano alguno de los numerosos parques naturales, nacionales, reservas de la biosfera, etc. Las vacaciones de verano ofrecen tiempo y unas condiciones meteorológicas propicias para visitarlos con detenimiento. Apuntarse a clubes de naturaleza, de montaña, de tiempo libre, etc. puede abaratar y facilitar el transporte y la estancia. Y siempre que se esté en alguno de ellos, no olvidarse de las buenas prácticas ambientales: hacer caso de las señalizaciones y normas de uso, no hacer fuego, no arrojar residuos y recogerlos para su reciclaje, no alterar las condiciones del lugar, no introducir especies invasoras ni llevarse flora o fauna local, etc.

Hacer el Camino de Santiago

Recorrer a pie o en bicicleta el Camino de Santiago es una experiencia barata que atrae cada año a cientos de miles de personas. El más importante y popular de las variantes, el Camino Francés, que une Saint Jean de Pied de Port (Donibane Garazi) con Santiago de Compostela, ofrece una naturaleza con un bello contraste de paisajes que no deja indiferente a nadie.

Practicar turismo visual y fotográfico de naturaleza

Contemplar y fotografiar animales y plantas de todo tipo no es difícil en España, el país con más biodiversidad de Europa. Ya sea en la propia ciudad, donde habitan especies muy diversas y sorprendentes, hasta en lugares naturales más propicios, las posibilidades son enormes. Destaca la observación de aves, que en Estados Unidos o Reino Unido, donde se le conoce como «birdwatching», es un fenómeno de masas.

Irse de voluntario ambiental

Diversas ONG e instituciones brindan una gran oferta de programas de voluntariado ambiental en toda España. El objetivo es ayudar, concienciarse y concienciar a la sociedad de las necesidades del medio ambiente, sentirse útil, conocer a personas comprometidas con su entorno y, de paso, ahorrarse el dinero que supondría un destino turístico convencional. Las propuestas son variadas: conservación del hábitat de especies amenazadas, recuperación de zonas degradadas, seguimiento y censos de especies, información a los visitantes de un espacio natural, etc. Lo conveniente es contactar con las ONG ambientales más cercanas o con los departamentos de Medio Ambiente y/o de la Juventud de los ayuntamientos, diputaciones y gobiernos autonómicos y, si no se organiza nada al respecto, reclamarlo como ciudadano concienciado con el medio ambiente.

Viajar y alojarse de forma colaborativa

El consumo colaborativo permite ahorrar dinero y recursos y ser más sostenibles. El transporte para llegar a un punto de destino vacacional genera diversos impactos ambientales que pueden reducirse con este sistema. Diversas páginas web proponen compartir coche, como Carpooling o BlaBlaCar. El tren es un transporte más sostenible, que además puede salir más económico si se comparte mesa, como propone ComparteTren.

Y para disfrutar de una vivienda o un alojamiento en cualquier parte del mundo las posibilidades también son muy diversas: Airbnb alquila espacios de otras personas en 34.000 ciudades de 190 países; Intercambiodecasa gestiona intercambios de viviendas o habitaciones para vacaciones; WWOOF promueve el voluntariado internacional para trabajar en granjas de agricultura ecológica, a cambio de alojamiento y comida; Workaway organiza intercambio justo entre personas y ONG que buscan ayuda en diversos proyectos, entre ellos ambientales, etc.

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