Si se quiere un coche de alquiler para las vacaciones que cumpla los requisitos de “bueno, bonito y barato”, este verano se puede elegir entre un buen número de turismos, ya que numerosas compañías acaban de renovar su flota y hay casi 200.000 automóviles más que en 2014, según la Federación Nacional Empresarial de Alquiler de Vehículos. ¿Dónde y cómo encontrar estos chollos? En este artículo se recogen cinco opciones, como acudir a Internet y a sus comparadores, alquilarlos en los mostradores de aeropuertos o estaciones de tren e incluso hacerlo entre particulares para encontrar los mejores precios.
1. Comparadores web
Los comparadores de Internet dedicados a encontrar el coche en alquiler más barato y en mejores condiciones son innumerables. Además de los más conocidos (Kayak, Rastreator, etc.), también funcionan muy bien algunos buscadores como Coches Chollo o Amigo Autos, entre otros.
Estos rastreadores trabajan con las principales empresas, pero también con compañías más pequeñas, muchas locales. Por ello, además de tener una oferta muy abundante, en estos sitios web se encuentran muchas oportunidades y descuentos suculentos.
Buscar en ellos es muy sencillo: nada más indicar las fechas del viaje y el lugar donde se desea alquilar el automóvil, aparecen las mejores opciones con distintas y numerosas empresas de alquiler.
2. Compañías de alquiler de vehículos
La confianza en un servicio es clave. Por ello, si se prefiere ser fiel a una marca y repetir experiencia con lo que hasta ahora ha funcionado bien, acudir a la web de la compañía de alquiler de vehículos es una excelente idea. Si se quiere reservar con una empresa en concreto (Avis, Hertz, Sixt, etc. ), en su página oficial es posible conocer la flota de que dispone, las condiciones del servicio y los precios del alquiler.
Y además de alquilar con la máxima confianza, se pueden obtener alquileres baratos, ya que algunas de estas compañías cuentan con tarjetas de socio, al que aplican descuentos o promociones especiales.
3. Aeropuertos y estaciones de tren
Ya sea por Internet, de forma física o con una llamada de teléfono, en numerosas estaciones de tren y aeropuertos hay servicio de alquiler de coches. En los sitios web de las estaciones ferroviarias y aeropuertos se puede consultar qué empresas de alquiler (multinacionales y locales) tienen oficinas en ellos (o cerca). Esto permitirá comparar precios hasta conseguir el más ajustado. Además, por lo general, incluyen ofertas y descuentos casi todas las semanas, en especial en vacaciones.
Compañías como Avis, Hertz, Enterprise, Europcar y Sixt están presentes en los principales aeropuertos y estaciones de Alta Velocidad (AVE) españoles.
4. Alquiler entre particulares
Amovens, SocialCar y Mambocar son algunas de las plataformas de contacto entre propietarios de vehículos y viajeros. Estas webs permiten que cualquier dueño de un coche que no lo utilice pueda ponerlo en alquiler. Los responsables de Amovens aseguran que, en caso de poner a disposición el automóvil, es posible ganar hasta 3.000 euros al año con esta opción.
En las páginas de estos servicios aparecen las características del turismo, la disponibilidad y el precio por hora, día o semana. Los vehículos están verificados y cuentan con un seguro que sustituye al del propietario durante el alquiler. También suelen aportar asistencia en carretera.
5. Vehículo con conductor
Recorrer París, Barcelona o Madrid en un coche con chófer puede parecer un lujo, pero, a veces, si se escogen bien las ofertas, puede resultar apto para economías menos saneadas ¡y hasta salir más barato o igual que coger taxis! Más económico será aún, si se va en grupo y se comparte el gasto entre tres o cuatro amigos.
En una ciudad grande y desconocida los desplazamientos llevan mucho tiempo, tanto si se utiliza el transporte público como si se alquila un automóvil sin conductor. En este último caso, además de tiempo, el usuario puede acabar malhumorado si se pierde o no encuentra sitio donde aparcar. Si se opta por un coche con conductor, la flexibilidad y la libertad siguen intactas, y se pierde menos tiempo.
Si se viaja por cuenta propia en un coche de alquiler, es posible ahorrar el billete de avión, tren o autobús, además de tener libertad, aprovechar mejor el tiempo e improvisar. Pero, a veces, hay sorpresas al alquilar un vehículo. Para evitarlas, hay que asegurarse de que el precio que ofrecen cuando se hace una reserva por cualquier vía es el real y que el contrato incluye seguro, impuestos y kilometraje ilimitado.
También conviene cerciorarse de que no cobrarán extras “obligatorios” (como el llenado del depósito) y de que el automóvil está en perfectas condiciones.
