🚘 Riesgos de la somnolencia si conduces
Uno de los problemas de la somnolencia al volante es que tardamos en notarla. Antes de quedarnos dormidos, nuestro cuerpo sigue funcionando —aunque peor que cuando estamos descansados— e incluso podemos tener microsueños.
🥱 Microsueños
Los microsueños son periodos muy breves (de apenas unos segundos) en los que dormitamos y quedamos ajenos a lo que ocurre alrededor. Lo peor de estos episodios es que no nos damos cuenta de que los sufrimos hasta que salimos de ellos. Como indica la DGT, «son uno de los efectos más negativos de la somnolencia al volante y se relacionan con numerosos accidentes de extrema gravedad».
🥱 Pérdida de reflejos
Cuando tenemos somnolencia tardamos más en reaccionar, nuestras habilidades motoras empeoran (son más lentas y menos precisas), cometemos más errores al tomar decisiones y muchas veces nos abandonamos a los movimientos automatizados; es decir, a gestos de conducción que obedecen más al hábito que a lo que pide la situación.
🥱 Sentidos afectados
En estas condiciones de cansancio y adormecimiento, disminuye la agudeza de todos nuestros sentidos, en especial la vista. Nos cuesta más enfocar, vemos todo más borroso, sentimos fatiga visual y es mucho más fácil que nos afecten los deslumbramientos cuando conducimos por la noche.
🚘 Factores que favorecen la somnolencia
Sentir somnolencia al volante es un problema habitual, sobre todo, en determinadas situaciones. Entre los múltiples factores que favorecen el sueño, los especialistas destacan cuatro:
- La monotonía: por ejemplo, de una carretera recta, sin paisajes cambiantes, sin coches; pero también conducir a solas, en silencio o con música relajante y suave.
- Las horas previas de vigilia: el tiempo que llevemos despiertos antes de iniciar el viaje influye en el cansancio y el sueño que podamos sentir durante el trayecto (si nos hemos levantado a las 7 de la mañana, hemos estado haciendo cosas durante el día e iniciamos el viaje por la tarde, es más probable que tengamos sueño que si cogemos el volante justo después de haber descansado).
- Dormir mal o tomar ciertos medicamentos: la mala calidad del sueño, no descansar lo suficiente en casa o tomar fármacos con efecto sedante (desde ansiolíticos, antidepresivos y relajantes musculares hasta unos simples medicamentos contra la alergia).
- El momento del día: los momentos críticos son las madrugadas (entre las 3 y las 5 de la mañana) y las tardes (entre las 14:00 y las 16:00 horas), aunque hayamos dormido bien.
🚘 Cómo evitar dormirse al volante
El primer consejo es también el más evidente: antes de sentarse a conducir es fundamental haber dormido bien y estar descansados. Sin embargo, esto no siempre se cumple.
Algunas veces tenemos que desplazarnos en coche, a pesar de no estar en las mejores condiciones, y otras, no percibimos el cansancio al inicio del viaje. En ambos casos, los siguientes consejos te pueden servir:
- Si sientes un poco de somnolencia, aunque te parezca insignificante, para y descansa. Es preferible perder unos minutos que perder el control del vehículo y sufrir un accidente. A veces basta con detenerse, cerrar los ojos un poco y estirar las piernas para retomar la conducción de otro modo.
- Evita, si puedes, las horas críticas (de madrugada y después de comer) y, si haces un trayecto largo, para siempre cada 2 horas o 200 kilómetros. Las pausas, como mínimo, deben ser de 20 minutos.
- Ventila el coche. Esto puedes hacerlo durante las paradas o, también, durante la conducción. Renovar el aire siempre ayuda a mantener la vigilia.
- No te relajes al volante. Cuida la posición del cuerpo en el asiento y evita la música suave en los momentos más críticos. Es preferible escuchar la radio, conversar si viajas con alguien o poner música con más ritmo.
- Si sabes que vas a conducir en un momento determinado, evita las comidas previas demasiado copiosas y no consumas alcohol. Tomar un té o un café puede ser útil (son estimulantes), pero no hay que abusar de la cafeína.