Esta gigantesca base de datos recoge las denuncias de las infracciones formuladas por la Guardia Civil de Tráfico, Mossos D’Esquadra en Cataluña, Ertzaintza en el País Vasco y las policías municipales de todos los ayuntamientos del país.
Las Jefaturas de Tráfico de cada provincia y los ayuntamientos comunican la interposición de la sanción al interesado y los puntos que se le quitarán. Transcurrido un mes, si el infractor no ha planteado recurso, la sanción es firme y se comunica al Registro Central de Infractores para formalizar la retirada de puntos.
El sistema informático detecta si el infractor ha agotado todos sus puntos y, en ese caso, lo comunica a la Jefatura Provincial de Tráfico correspondiente, que iniciará el expediente de pérdida de vigencia del permiso de conducir.
El registro también anota los cursos realizados por cada conductor y la suma de puntos que le corresponde. Igualmente, dentro de tres años sumará dos puntos adicionales a todos aquellos conductores que no hayan perdido ningún punto y dentro de seis, con otro punto adicional a los que tengan su «expediente limpio».
Al recuperar el carnet, el sistema anota el curso realizado y el resultado del test que el conductor debe realizar en la Jefatura de Tráfico de su provincia para renovar la licencia con un saldo que, en este caso, será de 8 puntos.
La prueba consiste en 30 preguntas tipo test a responder en un tiempo de 30 minutos. El número de errores no podrá ser superior a 3.