Aumenta un 50% el número de fumadores que quieren dejar el tabaco

En la tercera semana de enero solicitaron ayuda para abandonar el hábito una media de 1,8 personas por médico de familia y semana
Por EROSKI Consumer 31 de enero de 2006

Unos 300.000 españoles pidieron ayuda para dejar de fumar este mes de enero, un 50% más que en diciembre pasado, según una encuesta de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) realizada en 54 centros de salud de toda España.

En concreto, en la tercera semana de enero solicitaron ayuda para abandonar el hábito una media de 1,8 personas por médico de familia y semana, lo que significa que en ese periodo unos 55.000 fumadores iniciaron una terapia antitabaco. De ellos, se espera que el 30% continúe en abstinencia al cabo de un año.

A la vista de estos datos, la Sociedad considera «muy favorable» el impacto de la ley antitabaco para fortalecer la decisión de dejar de fumar. Sin embargo, para lograr un mayor control del tabaquismo, propone el abaratamiento de los fármacos de deshabituación.

La semFYC cree que es «inaceptable», desde una perspectiva de salud pública, que el precio de venta al público de estos medicamentos ascienda a unos 150 euros. Por ello, propone la incorporación durante 2006 de criterios progresivos para su financiación, en especial a las personas especialmente desfavorecidas.

Decisión espontánea

El vicepresidente de la semFYC, el doctor Asensio López, señala que sólo uno de cada cuatro o cinco fumadores que quiere abandonar el hábito definitivamente pide ayuda en su centro de salud, «el resto lo deja por su cuenta».

El porcentaje de éxito varía mucho en función del método utilizado. Así, según López, la tasa de éxito entre los que lo dejan por una decisión espontánea ronda el 2%-3%; se eleva al 10% entre los que han recibido un consejo médico, y alcanza el 30% en el caso de quienes siguen un tratamiento reglado desde un centro sanitario.

El doctor comenta que hasta el momento no había en España conciencia de que se podía acudir a un especialista para dejar el tabaco, y que ésta era una decisión que se improvisaba y cada cual la asumía por su cuenta. «Hasta ahora -explica- no había oferta de tratamientos de deshabituación. Esto ha cambiado y la gente percibe que puede pedir ayuda».

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