Cerca del 75% de los españoles no se protege adecuadamente frente al sol, a pesar de ser la primera causa de aparición de lesiones cancerosas en la piel, según asegura el Estudio Nacional de Sensibilización Solar, realizado durante el pasado año tras examinar la piel de cerca de 40.000 personas.
Estos datos fueron dados a conocer ayer durante la presentación de la cuarta Campaña de Sensibilización Solar, promovida por la Asociación Española del Cáncer Cutáneo (ASECCUT) de la Academia Española de Dermatología y el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos.
La campaña incluye dos Centros de Prevención Solar (CPS) itinerantes, que recorrerán 19 ciudades españolas entre los meses de mayo y junio, donde se analizará gratuitamente la piel de adultos y niños y se informará sobre los efectos acumulativos del sol sobre la piel y sobre las medidas que deben adoptar.
A pesar de que el 65% de los españoles tiene la piel clara y más de la mitad presenta numerosos lunares, sólo un 15% reconoce utilizar una protección adecuada, según el estudio, que indica que en la actualidad cuatro de cada diez personas se exponen intensamente al sol más de 3 semanas al año y un 25% lo hacen durante más de tres horas.
El informe también destaca que un 40% de los españoles analizados reconoce padecer erupciones cutáneas en los primeros días de exposición al sol, un 50% tiene tendencia al enrojecimiento y un 7% sufre insolaciones frecuentes.
Por comunidades
Por autonomías, el estudio señala que casi la mitad de los madrileños y castellanos reconoce no broncearse nunca y un 60% asegura que presenta manchas en verano y numerosos lunares, pero esta falta de información «no es exclusiva del interior, ya que también existen malos hábitos en el litoral».
Así, según el informe, los andaluces son los españoles que más intensamente se exponen al sol en verano y con una menor protección, mientras que los valencianos son los españoles que aún hoy utilizan menos fotoprotector, a pesar de que cerca del 40% dice sufrir erupciones cutáneas. El informe también hace especial referencia a los niños, población con más riesgo frente al sol porque su piel es más sensible que la de los adultos y porque un tercio de la radiación solar se recibe en la infancia, y señala que dos o más quemaduras intensas antes de los diez años multiplica el riesgo de desarrollar un cáncer en la edad adulta.
El estudio recuerda, además, que la piel «tiene memoria» y los daños se van almacenando en la epidermis de forma progresiva, aunque a medio y largo plazo se ven sus consecuencias, como las patologías cutáneas o fotoenvejecimientos prematuros.
