Científicos estadounidenses descubren que el líquido amniótico es una gran fuente de células madre

Con ellas han logrado crear músculo, hueso, grasa, venas, nervios y células hepáticas
Por EROSKI Consumer 8 de enero de 2007

Un grupo de investigadores estadounidenses ha logrado identificar una nueva fuente disponible de células madre: el líquido amniótico. Según un estudio publicado ayer en la revista «Nature Biotechnology», esta sustancia cuenta con muchas de las propiedades de las células madre embrionarias, y con ellas crearon una variedad de células distintas, incluyendo nerviosas y hepáticas.

En pruebas preliminares con roedores, el tejido regenerado pareció funcionar con un tejido común e incluso restauró algunas funciones en ratones con daños cerebrales, sugiriendo que estas células madre pueden contener las propiedades terapéuticas de las embrionarias.

«Nuestra esperanza es que estas células provean una fuente valiosa para reparación de tejidos y para regenerar órganos también», señala Anthony Atala, director del Instituto de Medicina Regenerativa de la Universidad Wake Forest, en Carolina del Norte.

Siete años

Los investigadores iniciaron su proyecto hace siete años tomando muestras de líquido amniótico de mujeres embarazadas. Sabían que este líquido contiene una rica variedad de tipos de células inmaduras, pero no estaba claro si también contenía células madre, capaces de diferenciarse en un rango de células especializadas.

Sus estudios revelaron que una pequeña porción de las células en el líquido amniótico (AFS, en sus siglas en inglés), cerca del 1%, eran células madre con dos de las más importantes propiedades de las troncales embrionarias, su versatilidad y su extensa capacidad de auto-renovación. Con el tiempo, los investigadores norteamericanos fueron capaces de manipular las células para crear músculo, hueso, grasa, venas, nervios y células hepáticas.

El nuevo tesoro biológico hallado ahora posee propiedades que comparten las células de organismos adultos y las embrionarias. Las AFS son capaces de renovarse, tienen una gran capacidad de autogeneración y se duplican cada 36 horas.

Las células nerviosas fueron transplantadas a cerebros dañados de ratones, crecieron y repoblaron el área afectada. De manera similar, las células fueron usadas con éxito para generar tejido óseo. Los científicos también demostraron que las células neuronales podían secretar neurotransmisores y que las hepáticas eran capaces de secretar urea, que el hígado genera del amoníaco.

Herramienta prometedora

Las nuevas células halladas son una herramienta prometedora para reparar órganos lesionados en enfermedades como el parkinson, el alzheimer o la diabetes.

Aunque todavía habrán de pasar años antes de que experimentos similares puedan realizarse en seres humanos, la disponibilidad de estas células madre facilitará la investigación futura, ya que una intervención tan sencilla como la amniocentesis permite obtenerlas.

Una intervención tan sencilla como la amniocentesis permite obtenerlas

El equipo de la Universidad Wake Forest propone que las mujeres embarazadas conserven el líquido amniótico y lo congelen, como ahora se hace con los cordones umbilicales, para que en el futuro puedan tratarse ellas o sus hijos, sin riesgo de rechazo.

«El líquido amniótico está lleno de estas células fetales», y con más de cuatro millones de nacimientos por año en EE.UU., será muy fácil reunir suficientes muestras para almacenar un banco de células madre para proveer las necesidades de transplante de toda la nación. «Si se tiene un banco de 100.000 especímenes, se podría proveer al 99% de la población estadounidense de una coincidencia genética perfecta para transplante», aseguran los científicos.

Durante el estudio, los autores encontraron una población similar de estas células en la placenta.

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