Cirujanos estéticos y plásticos «a la greña»

Los primeros niegan que exista intrusismo en el sector, mientras que los segundos afirman que ellos son los únicos competentes
Por EROSKI Consumer 3 de febrero de 2002

El gremio de la cirugía estética anda a la greña por un jugoso negocio que se mueve dentro de la alegalidad. Así, mientras el presidente de la Sociedad Española de Cirugía Estética (SECE), David Cohen, niega que exista intrusismo en el sector al tratarse de una actividad no regulada, desde la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética arguyen que ellos son los únicos competentes, ya que han estudiado cinco años de MIR.

El presidente de la SECE asegura que los 6.000 médicos que se dedican en España al variopinto campo de la estética están tan cualificados como los que más, e incluso lo hacen mejor que sus colegas que han hecho el MIR de Cirugía Plástica y Reparadora. «No podemos ser tratados como delincuentes, aunque en todos los cajones hay una manzana podrida», afirma Cohen. Bajo la reivindicación de la dignidad profesional, se dirime una lucha por el poder y el reparto de los ingresos que se derivan de las cerca de 250.000 intervenciones de estética que se realizan al año.

Los cirujanos del ramo echan la culpa a la Administración y exigen a las autoridades sanitarias que regulen la actividad, dado que existe la especialidad de cirugía estética pero no un título oficial que habilite para su ejercicio. A juicio de la SECE, cualquier persona que cuente con la antigua licenciatura de Medicina y Cirugía puede ponerse a operar unas bolsas en los ojos, por poner un ejemplo, y en caso de que se produzca un desaguisado y se llegue a los tribunales, el juez sólo evaluará su destreza y aptitudes. Para la SECE, el futuro decreto que pondrá orden en el sector no debe plantear como requisito para ejercer la medicina estética la posesión del título de cirujano plástico.

Clínica «con cocina y parqué»

Frente a este planteamiento se colocan los profesionales agrupados en la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE). Fernando Barragán, que dirige una de las clínicas más reputadas, dice que «es una aberración semántica» llamar «clínica» a un piso con «parqué y cocina que carece de sala de recuperación y quirófano». A su entender, en la medicina no existen garantías, puesto que se trata de una actividad «de riesgo» que de ningún modo se puede parangonar con una «ciencia exacta».

Los ciudadanos que quieren someterse a cualquier operación o tratamiento de belleza deben, según la SECE, pedir al médico el número de colegiado y preguntarle si pertenece a alguna sociedad científica, aunque, a la postre, los cirujanos estéticos reconocen que tampoco sirve de mucho, toda vez que cualquier cirujano sin especialización puede en teoría realizar una liposucción.

Los cirujanos estéticos abogan por perseguir la publicidad engañosa, para lo cual debería existir un organismo que velase para luchar contra los centros que anuncian milagros.

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