Consejos sobre la cirugía plástica, reparadora y estética

Distintas motivaciones son las que provocan que, cada vez en mayor medida, muchos ciudadanos acudan a la cirugía plástica como remedio para solucionar aquellos problemas estéticos que les aquejan.
Por EROSKI Consumer 9 de junio de 2003

Entre ellas citamos algunas:

.- Un mundo cada vez más competitivo, en el que la estética juega, querámoslo o no, un papel importante como elemento socializador. El fenómeno «Adonis» se ha implantado en nuestra sociedad.

.- Un mayor nivel de vida, que permite a mayor número de ciudadanos costearse el gasto que las intervenciones quirúrgicas implican.

.- Una mejora clara en las técnicas médicas, que son cada día más seguras y perfectas.

Hemos de distinguir en primer lugar entre cirugía reparadora y plástica. La primera pretende la recomposición del organismo dañado previamente por traumatismos, cirugía oncológica, etc. La segunda actúa en un organismo no dañado y pretende dar al mismo una forma más armónica, deseada por el propio paciente.

Debido a graves problemas sanitarios, que incluso en ocasiones llegaron a acabar con la vida de algunos intervenidos, recientemente el Consejo de Ministros ha regulado la materia para paliar el vacío legal existente hasta el momento. Así, brevemente, relatamos ciertos consejos que pueden servirnos de ayuda útil si solicitamos los servicios de la cirugía plástica:

.-Por ley, las intervenciones de este tipo de cirugía, tanto reparadora como estética, se reservan a los cirujanos plásticos. Ellos son los profesionales cualificados que garantizarán que las mismas se realizarán con los controles sanitarios precisos.

.- Evitemos las intervenciones en domicilios particulares, o practicadas por profesionales no cualificados. El riesgo sanitario que podemos correr no compensa el ahorro monetario por la intervención.

.- Debemos de tener claro cuál es el resultado que pretendemos. El profesional ha de aconsejarnos si dichas expectativas son o no realizables. El principal problema radica, según los cirujanos, en que el paciente no tenga una imagen real de su cuerpo. Acudamos por lo tanto al quirófano con una información clara y realista de las posibilidades de la intervención. Los milagros, en este campo, no son posibles.

.- Desde la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética se denuncia la falta de regulación de la publicidad en esta materia. Muchas veces resulta ser engañosa o frívola, en el sentido de que los milagros son posibles, induciendo al error al paciente.

.- Amén de la información estrictamente sanitaria, cerremos de forma transparente el coste total de la intervención. Dado que muchas de ellas conllevan anestesia, exijamos el mayor rigor y control en su aplicación.

En resumen, ajustar el presupuesto familiar a costa de riesgos para nuestra salud en ningún caso compensa. De todas formas, no conviene utilizar de forma abusiva este tipo de cirugía.

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