Desarrollan un método que permite detectar fragancias alergénicas en las aguas de baño infantiles

Se trata de compuestos incluidos en jabones, geles, colonias y otros productos de cuidado personal
Por EROSKI Consumer 23 de julio de 2009

Un nuevo método desarrollado por científicos del Departamento de Química Analítica, Nutrición y Bromatología de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) permite identificar y cuantificar en las aguas de baño de los bebés las 15 fragancias alergénicas más comunes incluidas en los jabones, geles, colonias y otros productos de cuidado personal.

«La aplicación del método a ocho muestras reales obtenidas al final del baño diario de una serie de bebés, de edades comprendidas entre seis meses y dos años, ha mostrado la presencia de todos los compuestos seleccionados en alguna de las muestras», explicó María Llompart, co-autora de un estudio que este mes publica la revista «Analytical and Bioanalytical Chemistry». De los 15 compuestos analizados, los científicos encontraron al menos seis en todas las muestras, y en algunos casos concentraciones «tan altas» que superaban los 100 ppb (partes por billón). Algunas de las sustancias que aparecieron fueron el salicilato de bencilo, el benzoato de bencilo, el linalol, la cumarina y el hidroxicitronelal, detalló el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC).

«La presencia y niveles de estos agentes químicos en las aguas de baño debería ser un motivo de preocupación teniendo en cuenta que no es infrecuente que los bebés permanezcan hasta 15 minutos o más jugando cada día en el baño, y que las vías de exposición a estos y otros ingredientes químicos no sólo es por absorción dérmica, sino también por inhalación, y a menudo por ingestión, intencionada o no», advirtió Llompart.

La gran sensibilidad de este método, que aplica por primera vez la técnica de la microextracción en fase sólida (SPME, por sus siglas en inglés) a la determinación de ingredientes de cosméticos y productos de aseo infantiles, ha hecho posible la detección de estos alérgenos. Esta técnica permite concentrar y aislar componentes químicos de una muestra mediante unas fibras con un determinado recubrimiento. Los investigadores también emplearon la cromatografía de gases para separar los compuestos y la espectrometría de masas para identificar y medir la abundancia de cada una de las fragancias.

La normativa europea establece que la presencia de estas sustancias se debe indicar en la etiqueta del producto siempre que su nivel sobrepase un cierto valor (0,1 ó 0,01 %, según el tipo de compuesto), pero algunos expertos consideran estos límites demasiado tolerantes, especialmente en aquellos destinados a la higiene y cuidado de los bebés y de los niños.

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