Dos de cada tres infartados recaen en los primeros 90 días por dejar el tratamiento

Más de 80.000 españoles son ingresados anualmente por sufrir una insuficiencia cardiaca
Por EROSKI Consumer 29 de septiembre de 2004

Los pacientes que han padecido un infarto no son conscientes del peligro al que se han expuesto. No en vano, muchos dejan de tomar los medicamentos oportunos cuando empiezan a notar mejoría. «Dos de cada tres infartados vuelven a ser hospitalizados durante los primeros 90 días al interrumpir el tratamiento indicado por el médico», explicó el doctor Pedro Conthe en el marco del XXVII Congreso Mundial de Medicina Interna, que se celebra en Granada.

«Muchas veces somos los médicos los que no sabemos transmitir bien la importancia de seguir el tratamiento», reconoció Conthe. «Por eso es esencial recalcar el deber que tenemos los doctores de educar a nuestros pacientes, para evitar datos tan preocupantes como los expuestos», añadió.

Los principales síntomas que caracterizan este síndrome son la dificultad al respirar, el letargo y la retención de líquidos, que suele manifestarse en hinchazón de las piernas, de ahí que el tratamiento deba llevarse desde una perspectiva multidisciplinar.

«Es conveniente dar un tratamiento global a todas las dolencias derivadas de una insuficiencia cardiaca, por eso el papel del médico internista es tan importante», comentó Christopher Davidson, cardiólogo y secretario general de la Federación Europea de Sociedades de Medicina Interna.

Principal causa de hospitalización

Esta dolencia es la primera causa de hospitalización en las sociedades desarrolladas y está siendo reconocida como «una enfermedad que adquiere gran importancia en todo el mundo», consideró Davidson. Prueba de ello es que el fallo cardiaco y el cáncer son las primeras causas de muerte y de discapacidad en los países industrializados.

Más de 80.000 españoles son ingresados anualmente por sufrir una insuficiencia cardiaca. A simple vista no parece un dato muy espectacular, pero lo es cuando esto supone alrededor del 2% del gasto en sanidad pública.

Pese a estos datos desalentadores, Conthe afirmó que «se está observando una disminución en el número de afectados por infarto de miocardio en Occidente, probablemente motivado por los cambios en los hábitos alimenticios y también por los avances científicos».

A ello el doctor Davidson agregó que «hay que aprovechar la dieta mediterránea, ya que es la más saludable del mundo».

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