EE.UU. comercializará un «chip» para controlar la salud de su portador y localizarle si desaparece

Será de gran utilidad para enfermos que necesitan de cuidados o control médico continuados
Por EROSKI Consumer 29 de marzo de 2002

Mide doce milímetros de largo -tres cuartas partes del diámetro de una moneda de un céntimo-, y Applied Digital Solutions (ADS) confía en que pronto mucha gente lo lleve bajo la piel. La compañía radicada en Florida está únicamente pendiente de la autorización de la Agencia para la Alimentación y los Medicamentos (FDA) para empezar a venderlo en Estados Unidos. El dispositivo, que costará unos 225 euros (41.597 pesetas), podrá contener información sobre el estado de salud de su portador y servir a la vez, si tiene contratado el servicio, para localizarle gracias a un diminuto equipo GPS.

Espía y cuidador

«La línea que hemos marcado en la arena es que el uso del «VeriChip» sea siempre voluntario», ha señalado Keith Bolton, vicepresidente de ADS, a la agencia AP. De hecho, la compañía tiene ya en cola de espera a medio centenar de clientes que han sabido de la existencia del implante gracias a la televisión: se trata de enfermos que necesitan de cuidados o control médico continuados y de personas que creen correr el riesgo de ser secuestradas.

El «VeriChip» puede almacenar el historial médico del portador y, al mismo tiempo, vigilar sus constantes vitales. A su contenido se tiene acceso gracias a un escáner que sólo funciona a corta distancia -menos de un metro y medio- y que, en caso de pérdida de consciencia, permite a los médicos atender al paciente rápidamente y sin riesgos añadidos. «El chip habla por ti si no puedes hablar, estás inconsciente o estás muerto», explica Bolton.

Hay otros clientes de ADS, como Antonio de Cunha Lima, ministro de Sao Paulo, que lo que quieren es que funcione como un localizador de personas. El político brasileño desea ser el primer sudamericano en llevar implantado un chip que incluya, además de la información médica, un sistema de seguimiento por satélite. Y es que Brasil es el cuarto país del mundo en que se registran más secuestros. El receptor GPS del «VeriChip» permitiría a empresas y Gobiernos dotar a su personal de un sistema de seguridad extra en países de riesgo, como Colombia, México e Indonesia.

El dispositivo es, sin embargo, visto con recelo por grupos que temen que se implante en contra de la voluntad o su uso vaya en menoscabo de la intimidad. En un país de contrastes como Estados Unidos, no faltan los fundamentalistas religiosos que ven en este dispositivo la apocalíptica «marca de la Bestia».

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