La realización voluntaria, universal y anual de pruebas de detección del VIH, seguida de un tratamiento antirretroviral inmediato (independientemente del estadio clínico), reduciría los nuevos casos de sida en un 95% en un plazo de diez años, según concluye un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentado con motivo de la celebración hoy, 1 de diciembre, del Día Mundial contra esta enfermedad.
Los científicos de la OMS responsables de este trabajo, cuyos resultados han sido publicados en la revista «The Lancet», emplearon un modelo matemático para llegar a esa conclusión. Además, el acceso universal a las pruebas del sida podría proporcionar otros beneficios a la salud pública, tales como la reducción de la incidencia de la tuberculosis y de la transmisión materno-infantil del VIH.
El acceso universal a las pruebas del sida podría además reducir la incidencia de la tuberculosis
El modelo indica también que podría obtenerse una importante reducción de la morbilidad y la mortalidad relacionadas con el temido virus en los países con escasos recursos y epidemias generalizadas de sida.
África subsahariana
«Tomamos datos del África subsahariana, donde la epidemia está generalizada y se transmite principalmente a través de la práctica del sexo heterosexual, y los introducimos en un modelo de ordenador», explica Reuben Granich, autor principal del estudio.
«El modelo encontró que si a todos los adultos se les hiciera la prueba una vez al año y se les pusiera en tratamiento inmediatamente, entonces, y de forma teórica, la prevalencia (del VIH) se reduciría desde los 20.000 por millón anuales hasta los 1.000 por millón en diez años», añade Granich.
Esta investigación no implica un cambio en las orientaciones de la OMS. «Las intervenciones preventivas recomendadas por la Organización deben mantenerse y ampliarse». Entre ellas se encuentran la circuncisión, la reducción del número de parejas sexuales, el uso correcto y sistemático de preservativos, y las intervenciones dirigidas hacia las poblaciones con mayor riesgo.
El reconocido investigador y epidemiólogo estadounidense Myron Cohen cree que es posible evitar “en gran medida” la transmisión del virus del sida tomando un par de fármacos antirretrovirales antes de exponerse a una relación sexual de riesgo. Este planteamiento, que no es compartido por todos los científicos, está siendo estudiado y podría convertirse en una herramienta de prevención más.
En la actualidad, las únicas medidas de prevención eficaces son el uso del preservativo en las relaciones sexuales con personas desconocidas, o sobre las que uno no tiene la certeza necesaria sobre su estado de salud; y la utilización de jeringuillas desechables. Una tercera forma de transmisión del virus es de la madre al hijo durante el embarazo, aunque ésta es una vía que en nuestro país está prácticamente erradicada.
El trabajo desarrollado por el equipo de Cohen pone de manifiesto que la toma de dos pastillas antirretrovirales antes de acostarse con una persona de salud desconocida protege frente a la infección durante 22 horas. La protección no es del 100%, un porcentaje que ni siquiera las vacunas más eficaces garantizan, pero sí muy elevada.
El científico vasco Asier Sáez-Cirión, que trabaja en el Instituto Pasteur de París, señala que es difícil saber si lo que propone Cohen es posible. “Los antirretrovirales no son fármacos como la aspirina. Tienen efectos secundarios y son duros de tomar”, advierte.