La muerte de cinco personas en las playas españolas durante el pasado verano en colisiones o arrolladas por motos de agua y los numerosos accidentes ocurridos, provocó una polémica sobre la falta de control y de seguridad de estos vehículos que desembocó en la elaboración de una normativa que obliga a los conductores de motos de agua a sacarse un carné para poder circular con ellas. Quedan exentos aquellos que las alquilen por unas horas. Dicha normativa entró en vigor en toda España el pasado mes de abril, lo que ha generado malestar e inquietud en el sector.
Cataluña se perfila como la primera comunidad que cumpla la normativa. De hecho, la Generalitat y la Federación Catalana de Motonáutica ya han puesto en marcha los cursos que permitirán obtener este carné a los conductores. Durante este fin de semana comenzarán las pruebas para hacerse con el permiso, aunque parece que nadie podrá conseguirlo hasta antes de unas semanas. Estas pruebas incluyen un examen teórico y otro práctico.
La normativa, elaborada por el Ministerio de Fomento, establece también garantías de preparación, la obligatoriedad de una cobertura de seguros y requisitos para que motos y bañistas puedan convivir en la playa, como pasos balizados por donde acceder al agua, zonas específicas de navegación o la prohibición de circular a menos de 200 metros de la arena.
Asimismo, obliga a las empresas de alquiler por horas a tener un sistema de control remoto para parar las motos si el conductor se muestra poco responsable, circuitos donde quien alquile la moto demuestre que puede conducirla y plataformas flotantes. El sector cree que ha habido precipitación en la aprobación de la norma y que, por lo tanto, no disponen de tiempo suficiente para adoptar todas estas medidas de cara al próximo verano.
