El riesgo de padecer cáncer de pulmón, así como otras enfermedades que disminuyen la calidad de vida, se incrementa en un 20% con la exposición al humo del tabaco como fumador pasivo durante un espacio de veinte años, según afirmó la jefa de Servicio de Drogodependencias del Gobierno cántabro, María Eugenia López Delgado, que tomó parte en Santander en un curso de verano de la Universidad de Cantabria (UC).
«El tabaco mata prácticamente a la mitad de la población que fuma y elimina entre 20 y 25 años de vida», aseguró López Delgado. Sin embargo, sus efectos no se limitan al fumador, ya que «es más perjudicial el humo del tabaco que el que se traga el fumador», añadió. A pesar de ello, los españoles son los ciudadanos más permisivos de toda la Unión Europea respecto al tabaco y son los que más fuman en casa, delante de menores y embarazadas, señaló López Delgado, basándose en datos del Eurobarómetro de 2007.
La experta destacó la relevancia de saber que «el tabaquismo es la primera causa de muerte evitable en los países occidentales» y resaltó que «dejar de fumar es efectivo». Como ejemplo expuso que una persona que no fuma tiene un 1% de posibilidades de padecer un cáncer de pulmón, mientras que las probabilidades de un fumador son del 16%. Si el fumador lo deja antes de los 50 años, el riesgo es del 6%, y si lo hace a los 30 baja, se reduce hasta un 3%. Para hacer que la población reaccione hay que lanzar el mensaje de que dejar de fumar tiene resultados positivos, pues disminuye sus riesgos hasta igualarlos a los de un no fumador, indicó por su parte la médica para el desarrollo del Plan y Control del Tabaquismo del Gobierno de Cantabria Emma del Castillo, que recordó que «el tabaco es un asesino silencioso que mata a la gente en una edad, entre 35 y 69 años, en la que no debería morir, y provoca que una de cada seis personas fallezca antes de tiempo».
