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Los nuevos dispositivos de tabaco se han dado a conocer en el mercado como alternativas más saludables que el cigarrillo tradicional, como unas soluciones para dejar de fumar o para reducir el consumo.
Esta información no es veraz, confunde a la población y, en ocasiones, puede hacer creer que se está consumiendo algo inocuo, cuando en realidad tiene un impacto sobre la salud. De hecho, estos dispositivos producen efectos perjudiciales al contener sustancias clasificadas como cancerígenas en la composición de los líquidos y aerosoles que utilizan.
Conocer las creencias erróneas es fundamental a la hora de tomar decisiones de manera informada. ¿Qué tienen de cierto las siguientes afirmaciones?
Mitos habituales del vapeo

❌ “Los vapers son más saludables porque emiten vapor de agua, que no es dañino para la salud”
Los vapers (vapeadores) no emiten vapor, sino que generan un aerosol donde se encuentran múltiples sustancias, no solo el agua. El término vaper ha sido creado por la industria para minimizar la peligrosidad del acto y sustituir el término cigarrillo electrónico, de tal manera que se aleje de los aspectos negativos vinculados al acto de fumar y al cigarro tradicional. Sin embargo, esta nueva forma de consumir nicotina no está exenta de riesgos para la salud.
De hecho, el líquido del vapeador contiene sustancias químicas dañinas, algunas como el propilenglicol o la glicerina vegetal, que se emplean en la industria química, farmacéutica o cosmética y cuyo uso inhalatorio no ha demostrado ser inocuo para la salud.
Ya se han registrado casos de enfermedades relacionadas con la inhalación de sustancias presentes en el líquido de los cigarrillos electrónicos. Una de ellas es la EVALI (siglas de E-cigarette, or Vaping, product use Associated Lung Injury), una enfermedad pulmonar severa potencialmente mortal, originada directamente por la inhalación del líquido del vaper.
❌ “Los vapers ayudan a dejar de fumar”
No se ha demostrado que ninguno de esos dispositivos ayude a dejar de fumar. De hecho, en muchos casos, los fumadores de tabaco tradicional abandonan una adicción para entrar en otra con estos productos o, incluso, muchos acaban siendo consumidores duales, es decir, que consumen ambos productos (vapeador y tabaco convencional).
En la población joven el uso de estos dispositivos puede ser una puerta de entrada al consumo de tabaco. Además, se sabe que una persona que vapea tiene un riesgo de convertirse en fumador de tabaco hasta tres veces superior a los que no emplean estos dispositivos. No en vano, la conducta de fumar este tipo de productos es diferente a la de fumar tabaco tradicional: es más continua en el tiempo, con caladas más espaciadas pero mantenidas a lo largo del día, de media unas 173 caladas.
Existen distintas opciones para dejar de fumar o de utilizar vaper que sí han demostrado ser eficaces: el tratamiento farmacológico, la terapia psicológica o el tratamiento que combina ambas terapias, las cuales siempre deben ser llevadas de la mano de un profesional.
❌ “Son más respetuosos con el medio ambiente que el tabaco tradicional”
Estos nuevos productos generan un importante impacto en el medio ambiente por muchas razones
- Son dispositivos que funcionan con una pila o batería que contienen metales como plomo o litio, altamente contaminantes.
- La mayor parte de ellos se comercializan junto con un envase plástico.
- Los líquidos que se usan para rellenarlos también vienen en envases de plástico, lo que genera todavía más residuos.
- Además, muchos cigarrillos electrónicos o vapers se comercializan como dispositivos de un solo uso, por lo que su consumo genera una gran cantidad de residuos que, en muchas ocasiones son difíciles de separar, ya que no permiten dividirse para su reciclado.

❌ “Yo fumo la opción sin nicotina, que no tiene ningún tóxico”
Aunque los cigarrillos electrónicos no contengan nicotina, no dejan de ser dañinos. De hecho, encontramos multitud de sustancias químicas en el líquido y aerosol generado tras el calentamiento del líquido que son tóxicas. Destacan la acroleína, la cetona o ciertos metales pesados, que pueden originar importantes daños sobre la salud.
Uno de los problemas a los que nos enfrentamos es que, aunque ya conocemos el efecto tóxico y perjudicial de muchas de estas sustancias, no podemos determinar cuál será su efecto a largo plazo, como suele ocurrir con el cáncer. ¿Por qué? Porque son dispositivos de relativamente reciente incorporación al mercado.
❌ “Los vapers no causan cáncer”
Se han hallado sustancias cancerígenas ya conocidas en los líquidos y vapor de los cigarrillos electrónicos. Además, se sabe que, no solo pueden dañar la salud de las personas que los consumen, sino también a la de quienes están expuestos al aerosol en su entorno.
El consumo de estos productos es relativamente nuevo, por lo que también no será hasta dentro de unos años cuando podamos tener datos concretos al respecto (¡el desarrollo de un tumor puede llevar aproximadamente entre 15 y 20 años!). Sin embargo, la presencia de sustancias cancerígenas en estos productos nos puede dar una idea del potencial riesgo de cáncer que representan.
❌ “Son menos perjudiciales para el fumador pasivo y el entorno”
El humo o aerosol de segunda mano es el generado en la exhalación de personas que fuman tanto tabaco como nuevos dispositivos. Hay que tener en cuenta que el humo del tabaco tiene más de 7.000 sustancias químicas dañinas y, de ellas, 70 pueden producir cáncer. En el caso de los vapers, ya se han encontrado hasta 22 sustancias tóxicas en el aerosol o vapor generado.
Además de la exposición al humo de segunda mano, fumar o vapear en interiores provoca la aparición del llamado humo de tercera mano (HTM). Se define así a la mezcla de gases y partículas, que, tras haber fumado, se deposita en objetos y superficies del entorno, como muebles, cortinas, alfombras, juguetes o comida, incluso en la piel y cabello y ropa de las personas expuestas.
Los daños sobre la salud de las personas fumadoras pasivas de tabaco son ya conocidos, pero estos nuevos dispositivos también generan sustancias tóxicas en los aerosoles que pueden producir efectos dañinos sobre la salud e incluso cáncer.

👉 Si necesitas más información o ayuda para dejar de fumar o vapear, en la Asociación Contra el Cáncer podemos ayudarte. Contacta con nosotros en el 900 100 036 o a través de la web.