España necesita medio millón de nuevos donantes de sangre para equilibrar la oferta con la demanda

Un total de 4.300 bolsas de plasma se consumen diariamente en el país
Por EROSKI Consumer 23 de junio de 2002

España necesita incorporar 500.000 nuevos donantes habituales y una mayor sensibilización y fidelización de los ya existentes para equilibrar la oferta de sangre de los voluntarios con la «demanda creciente de enfermos y accidentados». Además, estos nuevos donantes permitirían neutralizar los 300.000 litros de plasma que se tienen que importar cada año, señaló el presidente de la Federación Española de Donantes de Sangre, Martín Manceñido, durante la celebración el viernes del Día Nacional del Donante de Sangre.

El bajo nivel de donaciones de nuestro país hace «imprescindible» la adhesión de nuevos voluntarios para evitar «dificultades graves» y poder reunir las 4.300 bolsas de sangre que se consumen diariamente, dijo Manceñido, quien manifestó que el objetivo es llegar al autoabastecimiento del que España, como casi todos los países europeos, aún está lejos.

Así, el año pasado se registraron 1.514.774 donaciones, un número similar al de 2000. Sin embargo, el aumento de población llevó a un descenso en el índice de donaciones por cada 100 habitantes, que cayó hasta el 3,68%, mientras que «lo deseable» sería llegar a un 4,5%, según estimaciones de la FEDSANG, que calcula en dos millones el número actual de donantes en España.

Además, la distancia que separa la «estancada» oferta de sangre y el creciente consumo de la misma está aumentando debido, entre otros elementos, a la baja natalidad y elevada mortalidad, que hace que cada vez haya más población mayor de 65 años -límite para ser donante- que no puede donar, pero sí necesita sangre.

Y si por si esto fuera poco, los actuales criterios para ser donante son cada vez más restrictivos y las nuevas terapias y operaciones de trasplante de órganos requieren también más sangre. En este sentido, Manceñido denunció la baja implicación y el gran desconocimiento de la problemática por parte de la clase media-alta a la que, además, cada vez pertenecen más personas. En cuanto a los más jóvenes, destacó el escaso índice de fidelización entre ellos.

No obstante, el 92% de los 212.345 nuevos donantes que se registraron en 2001 fueron jóvenes entre 18 y 30 años, lo que significa que «el mensaje llega a la sociedad», pero «no somos capaces de mantenerlos», dijo el presidente de la federación.

Para mejorar el actual escenario, estimó «imprescindible» avanzar en la incentivación del movimiento asociativo y voluntario de donantes. Asimismo, abogó por aumentar las campañas de sensibilización e información entre los jóvenes y la flexibilización de horarios en los centros donde se realizan las donaciones, así como reconocer socialmente y dignificar la figura del donante.

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