Investigadores estadounidenses vinculan la rinitis alérgica a la posibilidad de desarrollar Parkinson

El vínculo es la tendencia a una inflamación cerebral, que liberaría agentes químicos capaces de destruir células nerviosas
Por EROSKI Consumer 8 de agosto de 2006

Investigadores de la Clínica Mayo de Rochester (EE.UU.) han descubierto que la rinitis alérgica puede estar relacionada con el desarrollo de la enfermedad de Parkinson al final de la vida. «La vinculación con el Parkinson se incrementa hasta tres veces en alguien que ha tenido rinitis alérgica que en quien no», señala James Bower, investigador jefe del estudio publicado en la revista «Neurology».

Trabajos previos habían revelado que las personas que toman regularmente antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno, tienen menos posibilidades de desarrollar Parkinson. Estos resultados llevaron a los investigadores de la Clínica Mayo a ir más allá en la relación entre las enfermedades caracterizadas por la inflamación y el Parkinson. Estudiaron a 196 personas con Parkinson, y las enfrentaron con otras tantas de la misma edad y sexo que no habían desarrollado la enfermedad. La monitorización se prolongó durante 20 años.

Los investigadores examinaron periódicamente a estos grupos para determinar si los que desarrollaron el mal padecieron más enfermedades inflamatorias. Y encontraron que aquellos con rinitis alérgica tenían 2,9 veces más probabilidades de desarrollar la enfermedad. En cambio, no encontraron una vinculación similar entre otras patologías inflamatorias como el lupus, artritis reumatoide, anemia perniciosa o vitíligo y el Parkinson. Tampoco hallaron esta asociación en pacientes con asma.

El doctor Bower explica que el vínculo clave entre ambas enfermedades es la tendencia a la inflamación. Así, «las personas con rinitis alérgica aumentan su respuesta inmune a las alergias, por lo que también es más probable que esa respuesta aumente en el cerebro, lo que podría producir una inflamación. Esa inflamación liberaría algunos agentes químicos capaces de destruir células cerebrales, como ocurre en el Parkinson», dice Bower.

Eso sí, el médico advierte que esto no quiere decir que las alergias causen dicho mal degenerativo, sino que sólo demuestra que puede existir una relación entre ambas enfermedades y, por tanto, los pacientes alérgicos poco pueden hacer para reducir el riesgo potencial. Pero los investigadores esperan, sin embargo, que las pistas aportadas por este estudio puedan servir a los científicos para entender mejor el papel de la inflamación en el Parkinson.

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