«Una motivación, una forma de recuperar la autoestima y un incentivo». Así definen las veteranas su partipación en el que ya el que ya es ‘su’ campamento. La Asociación en Defensa de la Atención a la Anorexia y la Bulimia Nerviosa (Adaner) organiza por tercer año consecutivo un campamento terapéutico para enfermos con transtornos alimentarios, que se desarrollará del 16 al 30 de agosto, patrocinado por la Consejería de Educación y Juventud y Caja Cantabria.
La iniciativa tendrá lugar en el albergue juvenil de Ruiloba, muy cerca del mar, por lo que los integrantes podrán realizar actividades tanto de senderismo como acuáticas. Este proyecto está destinado a todos aquellos pacientes en tratamiento o en vías de tratamiento. Para poder participar es necesario un informe clínico del psiquiatra en el que dé su consentimiento para que el paciente se incorpore, además de las indicaciones necesarias sobre su medicación, hábitos alimenticios, si realiza o no actividades físicas y demás datos que puedan resultar útiles para el equipo de expertos del campamento.
Los objetivos de esta iniciativa son aumentar la autoestima de los enfermos, normalizar la convivencia entre ellos, mejorar sus relaciones sociales, estimular y potenciar hábitos de vida saludables, además de brindar a sus miembros la oportunidad de descansar en un lugar donde cuentan con la atención necesaria.
El éxito de las dos anteriores ediciones ha provocado que un gran número de campistas sean ya veteranas. Las actividades inciden muy favorablemente en la recuperación, como es el caso de una de las chicas que repiten, que llegó al campamento el año pasado con un índice de masa corporal 13 y actualmente está dada de alta.
La asociación Adaner, sin ánimo de lucro, ha elaborado un complejo programa de actividades programado por monitores cualificados y con amplia experiencia en ocio, medio ambiente, animación y aventura. Además del grupo de monitores, los pacientes contarán con un equipo de psicólogos, terapeutas y especialistas en trastornos alimentarios que les asesorarán ante cualquier duda o problema.
«En general es una experiencia muy valiosa para las enfermas porque, aunque no resuelve su situación, ya que es imposible superar enfermedades de este tipo en cinco o seis días, les ayuda a encontrar una motivación para cuando regresen a su entorno habitual intentarlo con ayuda de su terapeuta», aseguran desde la organización. «Las enfermas que se dan cuenta de que hay otras en una situación peor a la suya, y encuentran en esto un refuerzo positivo para acabar de superar sus problemas. También a la viceversa; las que están más enfermas ven en las otras un referente y un ejemplo a seguir, una motivación para intentarlo ellas», precisa una de las monitoras.