Según datos aportados por la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), los españoles gastan 800 millones de euros al año en intervenciones de cirugía estética. Estas operaciones ya no quedan restringidas a profesionales del espectáculo o con una imagen pública, sino que ahora son demandadas por cualquier colectivo. Por ello, y teniendo en cuenta el riesgo que toda intervención conlleva, algunos expertos llaman la atención sobre la frivolización de esta práctica.
Como una prueba de que la cirugía estética se ha introducido en la vida de los españoles como un gasto más dentro del presupuesto familiar, ahí está su introducción en el IPC como artículo de consumo para calcular la inflación. Con unas 400.000 en el último año y un gasto medio de 2.000 euros por paciente, nuestro país encabeza la lista europea en intervenciones de cirugía estética, según destacó Antonio Porcuna, presidente de SECPRE, que reúne a 800 profesionales del sector. Además, la cifra de operaciones aumenta entre un 8% y un 10% cada año, agregó Porcuna.
Este fenómeno no se debe tanto al nivel de vida de los españoles, que recurren incluso a la financiación para sufragar estos tratamientos, sino a que «tenemos muchas playas, mucho sol y somos muy mediterráneos», explicó el presidente de SECPRE. Así, ante la llegada de la primavera y el buen tiempo, aumentan las intervenciones de aumento o reducción mamaria, cirugía abdominal y liposucciones, mientras que la actividad se reduce en otras épocas del año.
