La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es la causa más frecuente de pérdida severa de visión en las personas mayores y, sin embargo, es una de las patologías de la vista más desconocidas. Se trata de una enfermedad degenerativa, cuyas causas exactas se desconocen, y que si no se descubre a tiempo se convierte en irreversible, llevando a quien la sufre casi hasta la ceguera total, porque «si no se coge en su fase inicial no hay ninguna posibilidad de tratamiento», según explicó la doctora Magali Medrano durante un seminario celebrado estos días en Mondariz (Pontevedra).
Es por ello que resulta fundamental que la gente conozca los síntomas para que, en cuanto comience a sentirlos, acuda a un oftalmólogo y detenga el proceso. Los más frecuentes son visión borrosa del centro de nuestro ángulo visual, deformación de las figuras -ver curvas las líneas rectas, como los marcos de las puertas- y alteración de los colores, sobre todo el azul y el amarillo.
Factores de riesgo
La edad es el factor de riesgo más claro, ya que la incidencia de la DMAE es 4 veces superior en las personas mayores de 75 años, según un estudio elaborado en Wisconsin (EE.UU.). Otros hechos que propician el desarrollo de dicha enfermedad de la vista son el sexo -afecta más a las mujeres-, los antecedentes genéticos, el tabaco, la hipertensión arterial, la hipermetropía, los ojos claros y vivir en un lugar donde haya mucha luz, entre otros.
Los japoneses y los judíos son quienes más sufren esta patología, y los españoles y ciudadanos de la Toscana italiana también presentan altos porcentajes de afectados. El 29% de los mayores de 65 años corren el riesgo de padecer DMAE, y en los próximos 25 años se triplicará el número de afectados, a medida que la población mundial envejece. Aunque la degeneración Macular no es una enfermedad mortal, sus efectos suelen resultar dramáticos para quien la sufre, ya que la pérdida progresiva y casi total de visión les impide realizar muchas de sus tareas cotidianas, como ver la televisión, andar con seguridad por la calle, hacer las tareas domésticas, leer o jugar a las cartas.
Otra enfermedad de la vista de la que se desconocen muchos aspectos es la miopía patológica, que no es lo mismo que la miopía simple, patologías que mucha gente confunde. La primera es mucho más peligrosa, y puede acabar causando la ceguera a quien la padece. Además, a diferencia de la simple, no puede corregirse con anteojos o lentes de contacto.
La miopía patológica es un estado de crecimiento anormal del ojo, asociado a cambios degenerativos en su estructura. Puede aumentar en la vida adulta y es determinante el factor genético.