La epidemia de sida comienza a estabilizarse, con un descenso significativo de las nuevas infecciones y los fallecimientos relacionados con el VIH a escala mundial, según el último informe del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA). Los datos del «Informe de ONUSIDA sobre la epidemia mundial de sida 2010» muestran que, en 2009, unos 2,6 millones de personas se infectaron por primera vez con el VIH, una cifra casi un 20% inferior a los 3,1 millones de 1999.
Se estima que 1,8 millones de personas fallecieron en 2009 como consecuencia de esta enfermedad, cerca de un 20% menos que los 2,1 millones que murieron en 2004. Se calcula también que a finales del año pasado 33,3 millones de personas vivían con VIH, una cifra «ligeramente superior» a los 32,8 millones de 2008, explican los autores de este documento. Esto se debe en gran parte a que las personas viven cada vez más tiempo gracias al aumento del acceso a la terapia antirretroviral, aseguran.
La tasa de nuevas infecciones se estabilizó o se redujo en más de un 25% entre 2001 y 2009 en, al menos, 56 países en el mundo, 34 de los cuales se localizan en África subsahariana, la zona más castigada por esta epidemia. Sin embargo, se advierte de que, aunque el número de nuevas infecciones por el VIH sea cada vez menor, por cada persona que inicia el tratamiento, dos contraen el virus, debido en gran parte a que las inversiones en los programas de prevención «no han sido en su conjunto adecuadas o se han distribuido deficientemente», indican. Sobre las nuevas infecciones, desde esta organización han dado la voz de alarma en siete países, la mayoría en Europa oriental y Asia central, donde las tasas de nuevas infecciones por el VIH han aumentado un 25%.
No obstante, desde ONUSIDA reconocen que hay campos de la prevención en los que se ha invertido de forma correcta, como aquellos destinados a evitar que las madres con VIH transmitan la enfermedad a sus hijos. Fruto de estas iniciativas, el número total de niños que nacen con el virus ha disminuido un 24% en cinco años, hasta los 370.000 registrados en 2009. Respecto al tratamiento, el informe constata que las personas que tienen el VIH viven más tiempo y que las muertes relacionadas con el sida descienden gracias a la ampliación del acceso a las terapias. Las estadísticas de ONUSIDA afirman que el número total de personas que siguen la terapia se ha multiplicado por 7,5 en los últimos cinco años, de 700.000 personas en 2004 a 5,2 millones de afectados en 2009.
Solo en el transcurso del último año, 1,2 millones de personas más accedieron al tratamiento, un aumento del 30% respecto a 2008. En la vertiente negativa, casi el doble de personas, 10 millones, todavía están a la espera de recibir antirretrovirales, la mayor parte de ellas en países empobrecidos. En referencia a las relaciones sexuales de riesgo en la adolescencia, el documento subraya que entre los jóvenes de los 15 países más afectados por la epidemia, la tasa de nuevas infecciones ha descendido más de un 25%, debido principalmente a que este grupo «adopta prácticas sexuales más seguras».