La hipertrofia del corazón -tenerlo más grande de lo normal- y no la enfermedad coronaria, provocada por la oclusión de las arterias, es la causa más frecuente de muerte súbita de origen cardiaco entre los adultos de la zona mediterránea. Así lo pone de manifiesto un estudio pionero en España elaborado por investigadores del Instituto de Medicina Legal de Cataluña (IMLC) y del Hospital Sant Pau de Barcelona.
Los resultados preliminares del trabajo, que analiza 280 casos de muerte súbita en Cataluña, Andalucía y Murcia, constatan que «muchas de las muertes súbitas que se producen en el área mediterránea no son causadas por infartos, sino por la hipertrofia del corazón», señala el cardiólogo Antoni Bayés de Luna. La enfermedad coronaria, que en ocasiones causa infartos de miocardio, «sólo provoca la mitad de los casos de muerte súbita en adultos con un origen cardiaco, que son la mayoría», añade.
Esta teoría difiere de las conclusiones de trabajos realizados con población de EE.UU. y del norte de Europa sobre las causas de muerte súbita con un origen cardiaco. Según estos estudios, el 90% de estos fallecimientos eran causados por enfermedades coronarias.
Según Bayés de Luna, la aparición de casos de hipertrofia del corazón está relacionada «en parte con la hipertensión», por lo que, a la espera de ampliar el estudio con más casos, «sospechamos que este factor es más importante de lo que nos creíamos a la hora de explicar la muerte súbita».
Ante esta situación, el cardiólogo apuesta por luchar contra la presión arterial alta impulsando la educación sanitaria de la población.
Mayoritariamente hombres
El perfil de las víctimas de muerte súbita en el estudio catalán son mayoritariamente hombres, fumadores, sin antecedentes previos de enfermedad coronaria y «con una elevada incidencia de hipertensión», afirma Bayés, aunque «no todas las víctimas conocían que sufrían esta alteración».
La menor presencia de enfermedad coronaria en España respecto a los países anglosajones se explica por «la cultura mediterránea, basada en una dieta equilibrada, la siesta y los hábitos saludables como el ejercicio físico y el menor hábito tabáquico», explica Bayés. La mayoría de muertes súbitas analizadas en el estudio, que espera tener resultados definitivos cuando se hayan analizado 400 casos, se produjeron entre las 8 y las 16 horas, y en un 42% de casos se registraron en el propio domicilio de la víctima.
En cuanto a los factores de riesgo cardiovascular clásicos, un 40% de las víctimas eran hipertensas, un 16% diabéticas y un 30% presentaban colesterol alto.