Las Pruebas de Diagnóstico Rápido de la Malaria demuestran su eficacia para detectar la enfermedad

Son simples de usar, no requieren un equipo especializado y aportan resultados precisos
Por EROSKI Consumer 7 de julio de 2011

Las Pruebas de Diagnóstico Rápido de la Malaria (PDRM), diseñadas para detectar la enfermedad a partir de la presencia de antígenos de parásitos mediante un test rápido y fácil, han demostrado su éxito en 19 de cada 20 casos, según una nueva revisión. Hasta hace poco, se confirmaba un diagnóstico de malaria a través de la detección de parásitos en una muestra de sangre mediante un microscopio. Esto requiere personal altamente cualificado, reactivos y equipo de laboratorio, lo cual escasea en las áreas afectadas por la malaria.

Las Pruebas de Diagnóstico Rápido de la Malaria usan moléculas (anticuerpos) cuidadosamente manufacturadas que cuando entran en contacto con la sangre infectada del paciente pueden unirse a los parásitos de la malaria y desencadenar un cambio de color en una tira reactiva que se percibe a simple vista. Aunque estas pruebas son técnicamente complicadas de fabricar, una vez manufacturadas son simples de usar, no requieren un equipo especializado y ofrecen resultados precisos en muchos emplazamientos geográficos.

Cuando alguien que vive en una zona afectada por la malaria tiene fiebre, los profesionales de la salud necesitan conocer la causa para asegurarse de ofrecer el tratamiento correcto. Durante muchos años, en el África subsahariana los médicos de atención primaria han asumido con frecuencia que la malaria es siempre la causante de la fiebre, ante la cual recurrían a tratamiento antimalaria. Este remedio provoca que, en ocasiones, los enfermos reciban tratamientos inadecuados para su dolencia. También supone un gasto de recursos y, con el tiempo, puede derivar en una resistencia a los tratamientos disponibles. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda ahora que los profesionales de la salud confirmen el diagnóstico de malaria antes de aplicar el tratamiento de terapias combinadas con artemisinin, pero en muchos casos, esto requiere un cambio radical en la práctica que no es tan fácil de aplicar.

«Tras examinar los datos disponibles en 74 estudios diferentes, podemos decir que estas pruebas de detección de antígenos identificarán 19 de cada 20 casos, un índice exitoso que sería muy útil en la práctica clínica común», dice Katharine Abba, artífice del estudio en la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool (Reino Unido). «El uso de las Pruebas de Diagnóstico Rápido es otro paso para alcanzar el objetivo de la precisión universal en el diagnóstico de la malaria y la clave para asegurar que los pacientes reciben el tratamiento adecuado. Con el uso racional de los tratamientos antimalaria se pueden ahorrar recursos y reducir la resistencia al medicamento», explica.

En la actualidad, se llevan a cabo varias Pruebas de Diagnóstico Rápido diferentes para detectar el parásito de la malaria. «Todas las pruebas funcionan razonablemente bien, pero necesitamos investigar más para resolver cuestiones como el nivel de complicación de uso y los impedimentos que influyan en su aplicación», añade Abba.

La malaria es una enfermedad producida por el protozoo parásito Plasmodium. Causa fiebres altas, dolor de cabeza y malestar generalizado. Si no se trata en una fase temprana, la malaria evoluciona rápidamente de un estado poco complicado a una enfermedad severa que afecta al cerebro y cuyo riesgo de muerte o daño cerebral es alto. La malaria es la causa de muerte de 700.000 personas al año en el mundo, la mayor parte niños de África, aunque también hay casos en Asia, América Latina, Oriente Próximo y algunas partes de Europa.

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