Los dermatólogos recomiendan no aplicar cremas solares a bebés menores de 6 meses y protegerlos con ropa y sombreros

A los niños mayores de esa edad se les debe aplicar una crema con fotoprotección de 50 o superior, que debe ser renovada tras salir del agua
Por EROSKI Consumer 28 de mayo de 2005

De cara a la temporada estival que ahora comienza, los dermatólogos recomiendan que a los bebés menores de seis meses no se proteja del sol con cremas solares, sino con ropa y sombreros, mientras que a los niños mayores de esa edad conviene aplicarles, media hora antes de exponerse al sol, una crema con fotoprotección de 50 o superior y renovarla cuando salgan del agua.

Así lo pusieron ayer de manifiesto, con motivo de la presentación del 33 Congreso Nacional de Dermatología y Venereología que se celebra en Salamanca del 2 al 4 de junio, el presidente de la Academia Española de Dermatología y Venereología, José Luis Díaz Pérez, y el vicepresidente del comité organizador del Congreso, Pablo de Unamuno.

Según recalcó el doctor Pablo de Unamuno, la protección en los niños es muy importante, subrayando que los menores de tres años no deben tomar nunca el sol directamente.

Por su parte, el doctor Díaz Pérez aconsejó algunos mecanismos de protección para tener una piel sana, como hidratar o proteger la piel y utilizar filtros de la luz ultravioleta, aunque destacó que hay que tener más o menos cuidado según el tipo de piel de cada persona y las condiciones del entorno que la rodea.

En este sentido, advirtió que el melanoma es el cáncer más agresivo, ya que la mitad de personas que tienen un melanoma de más de cuatro milímetros fallecen. No obstante, reconoció que las campañas de divulgación y prevención de los últimos años han permitido que aumente el número de melanomas pero no de muertes, al producirse un diagnóstico precoz.

Asimismo, abogó un cambio cultural en la sociedad para realzar la «belleza de la piel blanca», ya que si se evitasen sobreexposiciones al sol se lograría disminuir los índices de melanomas en unos años. A este respecto, aseguró que «el bronceado de la piel no es síntoma de belleza, sino un mecanismo de defensa de la piel ante la luz ultravioleta, que es nociva».

A su juicio, el único efecto beneficioso del sol es la síntesis de vitamina D, de la que se pueden aprovechar todas las personas simplemente paseando vestidas durante diez o quince minutos.

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